El Gobierno ha un Real Decreto-Ley por el que se cambia solo el modelo de financiación de la producción cinematográfica. También se aprobó un suplemento de crédito extraordinario por valor de 16 millones de euros para abonar las amortizaciones pendientes de 2012, 2013 y 2014 y completar las necesidades presupuestarias de 2015 para las ayudas actuales, que seguirán aplicándose hasta el 31 de diciembre próximo.
El Gobierno ni siquiera se ha planteado otras cuestiones de vital importancia, tales como las ayudas a la producción de televisión, la bajada del IVA Cultural, el impulso a la exhibición en poblaciones que ya no tienen ningún cine o están a punto de perder el que les queda, y el incremento de deducciones fiscales por inversión extranjera en el rodaje de películas en nuestro territorio. Todo ello debería convertirse en el cuerpo de una nueva Ley que impulsase al conjunto de la industria audiovisual.
En plena campaña para las elecciones locales y autonómicas, el Consejo de Ministros aprobaba el 14 de mayo, un Real Decreto-Ley por el cual se modifica el régimen de ayudas denominadas a la amortización en la producción de cine, presentes en la Ley del Cine de 2007, y se sustituyen por una nueva línea de ayudas anticipadas a la producción de largometrajes sobre proyecto. Esta norma fue anunciada por el actual Ejecutivo poco después de las elecciones de noviembre de 2011, así que llega con más de tres años de retraso.
Las nuevas ayudas permitirán la financiación progresiva de las producciones cinematográficas durante su desarrollo tal y como venía demandando el sector, frente a las ayudas a la amortización, que se otorgan dos años después del estreno de la película, y que han demostrado ser un modelo insostenible en épocas de escasez presupuestaria. Este cambio permitirá disminuir los costes financieros de las películas en más de un 15 por ciento, y destinar la ayuda directamente a la producción.
El Real Decreto-Ley establece un periodo transitorio de tres años, para dar seguridad financiera al sector, en el que coincidirán las convocatorias de las ayudas nuevas y el devengo de las anteriores, destinadas a la amortización. La primera convocatoria de estas ayudas automáticas a la producción de largometrajes sobre proyecto será en 2016, cuando se apruebe el correspondiente Reglamento, para el que el ministro Wert aseguraba que “se buscará, ante todo, huir de criterios subjetivos”.
El Consejo de Ministros aprobó también una partida extraordinaria por valor de 16 millones de euros para saldar la deuda con el sector. De estos 16 millones, cinco se destinan a pagar las ayudas a la amortización de 2012, evitando así el prorrateo; otros diez sirven para ampliar la partida que saldaría las ayudas de 2013, que se abonarán durante este 2015, y uno se dedicará a reforzar la gestión de Audiovisual SGR, la sociedad de garantías recíprocas creada por EGEDA y el ICAA hace casi diez años. El presupuesto del Fondo de Protección de la Cinematografía en el año actual será de 52,5 millones de euros en total, una vez sumados los 16 millones de este crédito especial.
Ayudas de Financiación Progresiva
El régimen de la nueva línea de ayudas pretende adecuarse al ciclo de vida del proyecto de inversión cinematográfica, para mejorar la financiación de los productores y reducir sus costes financieros. En la convocatoria de las ayudas se determinará el porcentaje de pago que corresponderá a cada una de las fases de ejecución de la película: está previsto que sea de un 25 por ciento a la adjudicación, otro 25 por ciento al inicio del rodaje y el resto con la obtención de la calificación final.
Las ayudas anticipadas se concederán de forma automática mediante la aplicación de criterios objetivos de valoración. Estos criterios así como la ponderación de los mismos, aspectos en los que ya se está trabajando, deberán concretarse en la Orden de desarrollo de este Decreto-Ley.
La determinación de estos criterios objetivos atenderá, entre otros aspectos, a la viabilidad económica y financiera del proyecto, a la difusión, distribución y plan de marketing, a la solvencia técnica del beneficiario, a la relevancia cultural española y europea, al carácter innovador del proyecto, así como al impacto socioeconómico de la inversión en España.
En la ponderación de criterios objetivos, además de tener en cuenta el fomento de la diversidad y promoción de la cultura primarán las producciones cuyo objetivo sea lograr una importante difusión y el éxito comercial, habida cuenta de que ya existen otro tipo de ayudas a proyecto con las que se pretende fomentar los nuevos talentos que puedan surgir en el panorama cinematográfico español.
Las nuevas ayudas entrarán en vigor en 2016, cuando se redacte el documento que las desarrolle. De manera transitoria, hasta 2018, coexistirán las ayudas a la amortización hasta ahora vigentes -posteriores al estreno- y las nuevas -previas al mismo-
Resulta evidente que si se solapan en tiempo la concesión de las anteriores ayudas, para las que el plazo es de dos años después del estreno de la película, con unas nuevas, habría que inyectar más presupuesto. El ministro Wert ya ha dado las cantidades que a partir del próximo año, se reservarán para ello; así, el primer año serán 35 los millones de euros para la amortización y otros 30 millones para las nuevas ayudas. Con posterioridad, y de forma gradual, la partida destinada a amortización irá desapareciendo. Así, se adjudicarán 30 millones tanto para éstas como para las concedidas a priori, hasta el año 2019, cuando se quede una cifra estimada entre los 40 y los 45 millones de euros para las ayudas establecidas en esta reforma.
La Rebaja del IVA, Aplazada
Entre los asuntos que no se han tocado se encuentra la bajada del IVA Cultural, este tema sea posiblemente una de las principales bazas del Gobierno de cara a las elecciones generales que tendrán lugar el próximo otoño. De hecho, en la campaña electoral de las locales y autonómicas, al presidente Rajoy “le traicionaba el subconsciente”, según sus propias palabras, cuando repasaba el descenso de impuestos que su gobierno ha hecho en este año apuntando que se ha rebajado “el IRPF, el IVA y Sociedades” para, a continuación señalar que en 2016 “va a bajar el IRPF otra vez, Sociedades otra vez y, me ha traicionado el subconsciente hace 30 segundos y no voy a entrar en más detalles».
El Ejecutivo se despedirá así sin plantear siquiera otros asuntos de gran importancia para el sector: el aumento del presupuesto de promoción, la lucha contra la piratería, la introducción del cine en los planes educativos, el incremento de las desgravaciones a los rodajes de producciones extranjeras en nuestro país; las ayudas a la producción de televisión (miniseries, animación, documentales) y la ayuda a la digitalización o reapertura de las salas de cine ubicadas en lugares poco favorecidos, con lo que el territorio español continuará convirtiéndose en un desierto cinematográfico. Así, los ciudadanos quedaremos clasificados en dos categorías: los que tienen acceso a varias salas de cine y los que no cuentan con este servicio en un radio de 50 km alrededor de sus hogares. ¡Lamentable consecuencia de la inacción de nuestros políticos durante más de 30 años!
