En Cine&Tele hemos entrevistado a Marta García Larriu, directora del Another Way Film Festival, un evento de cine sobre progreso sostenible en Madrid que celebra su novena edición del 18 al 25 de octubre con una programación que se compone de 43 títulos repartidos en las distintas secciones, abordando temas como el cambio climático, la crisis energética, el consumo en relación con el medioambiente, la justicia social y el activismo. Por Carlos Aguilar Sambricio
Cine&Tele: ¿Qué puntos en común ves en las producciones seleccionadas este año?
Marta García Larriu: Por un lado, la calidad de la selección, la profundidad de los mensajes y además que este año las películas están más volcadas en el aspecto de la justicia social en torno a la crisis ecológica. Todas usan el lenguaje cinematográfico de una manera excepcional.
Por citar algunas películas que me llaman especialmente la atención, están À demain mon amour, que refleja claramente las injusticias sociales y cómo esta afecta de manera muy diferente a los más y a los menos privilegiados. También Paradise, donde se habla de la fuerza de la comunidad, de la organización humana para hacer frente a las mayores amenazas. A Mãe de Todas as Lutasnos pone en un contexto de mujeres luchadoras que hacen todo lo que está en su mano para cuidar de su región y de su pueblo.
C&T: ¿Qué novedades presenta la 9ª edición de AWFF?
M.G.L.: Toda la Sección Oficial es de estreno nacional y por primera vez proyectamos una serie, Un mundo nuevo, en este caso de la mano del activista y cineasta Cyril Dion, que viene al festival a presentar el tercer capítulo de la serie así como su espectáculo de poesía y música ‘Resistencias poéticas’.
Otra novedad es que traemos música, esta vez en formato gospel, para celebrar todas las iniciativas y movimientos en pro de un futuro mejor.
C&T: ¿Cómo valoras la evolución del festival en estos casi diez años?
M.G.L.: Valoro la evolución muy positivamente. El público no ha hecho más que crecer exponencialmente, el año pasado hubo más de 18.000 espectadores, contando la parte presencial y virtual. La participación se ha notado también: en las inscripciones de cortometrajes se ha pasado de 600 a 900 proyectos, en el caso de los largometrajes se ha pasado de 200 a más de 300 trabajos y esperamos que la afluencia de público responda igualmente.
Nos gusta pensar que hemos participado en el incentivo de la creación en torno a estas temáticas, por lo menos nacional, con nuestro concurso de guiones y cortos, poniendo estos temas tan importantes e interesante en el punto de mira en los creadores y guionistas más jóvenes.
C&T: Más allá de la programación de títulos, ¿qué destacarías de las actividades paralelas que hay?
M.G.L.: En cuanto a las actividades destacaría los seis circuitos de parques y jardines que ofrecemos en colaboración con el Área de Educación Ambiental del Ayuntamiento de Madrid que nos van a permitir conocer la naturaleza que tiene la ciudad de Madrid con actividades como avistamiento de árboles, jardines escondidos, huertos urbanos… Al final somos urbanitas y debemos acercarnos a la naturaleza que tenemos más a mano.
C&T: ¿Notas que en el sector audiovisual hay mayor concienciación por la sostenibilidad?
M.G.L.: Sí que diría que hay una mayor concienciación en la producción audiovisual tanto en su contenido como en su forma. Llevamos más de cinco años impartiendo formaciones en torno a la producción sostenible y la participación y el interés es cada vez mayor. Además, tenemos un marco legislativo favorable, por lo menos en la Comunidad de Madrid, pero también a nivel nacional ya que las ayudas el ICAA para producir largometrajes llevan una puntuación positiva, un incentivo, para que las producciones sean más respetuosas.
Aunque no hay estudios sobre el tema, yo creo que es innegable que vemos cada vez más tanto en el cine español como en el internacional películas e historias que giran en torno a la sostenibilidad o el mundo rural, que están muy relacionados como As Bestas de Rodrigo Sorogoyen, por ejemplo.
En el movimiento ecologista hay historias increíbles que contar, hay thrillers políticos, conflictos armados, activistas perseguidos y asesinados… Y también grandes historias de éxito, de transformación social y económica que se merecen su propia serie o película.