La nueva serie creada por Álex Pina y Esther Martínez Lobato se grabará en diferentes localizaciones de Madrid y Tenerife. Eduardo Chapero-Jackson y Javier Quintas son los directores de esta ficción que tendrá dos temporadas de 8 episodios de 25 minutos de duración, una apuesta de metraje diferenciadora en drama.
El próximo lunes Vancouver Media arranca la grabación de Sky rojo, serie original para Netflix, creada por Álex Pina y Esther Martínez Lobato. Dirigida por Eduardo Chapero-Jackson y Javier Quintas, la ficción cuenta con un reparto internacional encabezado por Verónica Sánchez, la actriz cubana Yany Prado la actriz y cantante argentina Lali Espósito. Completan el elenco Asier Etxeandia, Miguel Ángel Silvestre y Enric Auquer.
Pina y Martínez Lobato, además son los productores ejecutivos junto a Jesús Colmenar y contarán con David Barrocal y Migue Amoedo como coproductores ejecutivos, Migue Amoedo toma las riendas de la dirección de fotografía; Juan López Olivar y Cristina López Ferraz están al frente de la dirección de producción y el equipo de guion lo componen Álex Pina, Esther Martínez Lobato, David Barrocal, Javier Gómez Santander, Mercedes Rodrigo y Manuel Jabois.
Sky rojo cuenta la historia de tres prostitutas que huyen del club de alterne en el que vivían tras dejar a su proxeneta gravemente herido y con medio cuerpo paralizado. Una cubana, una argentina y una española emprenden un viaje por carretera sabiendo que, después de lo que han hecho, están muertas. Con varios delitos graves a sus espaldas por los que no pueden acudir a la policía, y con los sicarios del proxeneta pisándoles los talones, sólo les quedan dos opciones: huir o plantar cara a sus perseguidores y contraatacar.
La grabación se llevará a en diferentes localizaciones entre Madrid y Tenerife. Álex Pina y Esther Martínez Lobato, aseguran que “Sky rojo es la historia de una cacería, la de tres mujeres que huyen del proxeneta que las extorsionaba. Adrenalina en un género de persecución constante, donde seis personajes carismáticos actúan de manera inclemente. Y por debajo de ellos, retratamos la impunidad, la ambigüedad y la realidad brutal de la prostitución, y los retratos psicológicos de los que se sitúan a ambos lados de la balanza. Es un caballo de Troya que irrumpe en la pantalla con la carcasa del hedonismo, la estética, y la acción, pero donde subyace el calado turbio y los dilemas que harán oscilar al espectador en esa misma ambigüedad moral”.