El beneficio neto de la plataforma en ese periodo fue de 1.597 millones de dólares, frente a los 1.706 obtenidos durante los tres primeros meses del año anterior.
Malos tiempos para Netflix que tras una década en constante crecimiento, ha perdido 200.000 suscriptores en el primer periodo de este 2022. Un hecho que no ocurría desde 2011 y supone la mayor caída de abonados de la última década. A pesar de ello, entre enero y marzo de este año Netflix facturó casi 7.868 millones de dólares, una cifra ligeramente superior a la obtenida en el mismo periodo del año anterior. Una facturación que no se tradujo en incremento de beneficios, pues el margen fue en ese periodo del 25% frente al 27% del mismo del 2021.
La pérdida de 200.000 abonados queda muy lejos de las previsiones de la plataforma para el inicio de este año, cuando esperaba sumar 2,5 millones de clientes nuevos en todo el mundo. “A corto plazo no estamos aumentando los ingresos tan rápido como nos gustaría”, admitió la compañía, en una carta dirigida a sus inversores.
Entre los motivos de la caída de la plataforma, están los 700.000 suscriptores que Netflix ha perdido en Rusia desde el inicio de la invasión a Ucrania ya que la compañía, como muchas otras, decidió cesar su actividad. Pero también ha perdido más de 600.000 suscriptores en Estados Unidos y Canadá.
La plataforma también señala a los nuevos competidores, como Disney y Apple, como causa de ese “estancamiento”. Y a las cuentas compartidas por varias personas: “nuestra relativamente alta penetración en los hogares (incluyendo la gran cantidad de hogares que comparten cuentas), combinada con la competencia, está generando dificultades para el crecimiento de los ingresos”, apunta en la carta a los inversores. Según sus datos, de los casi 222 millones de cuentas de pago activas en Netflix, más de 100 millones se comparten entre más de una persona o familia.
Sin embargo Netflix no achaca sus pérdidas al gran número de contenido que produce cada año que, posiblemente, sea uno de los mayores motivos de su caída de beneficios, más si tenemos en cuenta los nuevos competidores a los que alude. Hace unos meses en Cine&Tele ya comentábamos esta “saturación de contenidos” y, sobre todo la gran cantidad de dinero necesario para producirlos. Y poníamos precisamente como ejemplo a Netflix que, en tan solo un año, había invertido la friolera cifra de 15.000 millones de euros en producir contenidos exclusivos para su plataforma.
Pero a pesar de los malos resultados (o estancamiento como señalan), la plataforma saca pecho y asegura que “por el lado del contenido, estamos duplicando la inversión en desarrollo de los guiones y la excelencia creativa, que vemos reflejado en grandes éxitos televisivos del 1T22 como Los Bridgerton (627 millones de horas vistas en segunda temporada), ¿ Quién es Anna? (512 millones de visualizaciones) o la película El proyecto Adam (233 millones de horas vistas)”.
Como no podía ser de otra manera, los resultados negativos de Netflix han tenido repercusión en la bolsa. Las acciones de la plataforma que cotizan en el índice Nasdaq junto a las grandes tecnológicas, se dejaban un 35,93 % de su valor, recortando unos 125,26 dólares hasta situarse en 223,35 dólares por título. Con una pérdida en bolsa de $54.000 millones en un día.
Ahora queda por conocer las medidas que Netflix puede adoptar en caso de seguir perdiendo adeptos: una, podría ser que la plataforma siguiese el modelo Disney de lanzar una suscripción más económica, pero con publicidad; otra sería la de incrementar el precio de la suscripción por compartir contraseñas. Y, desde nuestro punto de vista, una tercera vía pasaría por reducir la cantidad de contenidos producidos y centrarse en un número menor pero de mayor calidad.
