El encuentro tuvo lugar este miércoles en los estudios de sonido Best Digital (Boadilla del Monte, Madrid), donde los ganadores del Goya a Mejor Sonido 2020, Ignacio Royo-Villanova y Xanti Salvador, presentaron su trabajo con Dolby Atmos en la película La trinchera infinita, junto con la asistencia de Víctor Castillo, director técnico de Best Digital y Ricardo Viñas, consultor de sonido Dolby.

Cine&Tele asistió al evento, donde los asistentes pudimos aprender más en profundidad sobre el funcionamiento del sistema Dolby Atmos de audio para cine. Para ello, acudimos a Best Digital, en donde se mezcló la reciente ganadora al Goya a Mejor Sonido, La trinchera infinita, una de las películas más prestigiosas del pasado año, con premios como el Forqué a la Mejor Película o el Premio a Mejor Dirección en el Festival de San Sebastián.
Best Digital es uno de los más importantes estudios de doblaje, sonorización y subtitulación de películas, series, documentales para televisión, vídeo, videojuegos y publicidad, así como en montaje, mezclas, repicados y sincronización.
En la sala, todos los altavoces son canales independientes sobre los que se colocan sonidos procedentes de cada uno de los objetos, animales y personas, que forman parte de la acción, en función de su posición en el espacio. Esta es la gran diferencia con los sistemas de sonidos tradicionales.
Hay un máximo de procesado en las salas de cine para 64 altavoces, pero en función de la sala, la geometría y el tamaño, se puede elegir un numero óptimo de altavoces para cada sala. El diseñador de sonido decide en el espacio tridimensional en qué parte de la sala se debe emitir cada sonido mediante un panel de control.

En La trinchera infinita, Best Digital ha utilizado la técnica con sonido inmersivo de Atmos Dolby para que la historia se transmita mejor a los espectadores. En esta película dirigida por Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga, el diálogo en directo y todos los sonidos son muy intensos, algo poco habitual ya que la gente está acostumbrada a escuchar ruidos de helicópteros, naves o sirenas de coches. En el film todo se concentra en los diálogos y las acciones de los personajes. Hay que destacar los términos sonoros que el protagonista tiene a través de un guion de sonido con varios términos (donde el protagonista está, la calle, la casa del vecino, etc.). En realidad, los sonidos son como los ojos del protagonista, encerrado en su pequeño refugio.
Según Ignacio Royo-Villanova (La Bocina Sonido), la cinta “está rodada y escrita para que el protagonista, durante un porcentaje altísimo de la película, oiga todo lo que sucede a su alrededor”.
Hay que destacar que la música de la película es de las primeras que se han mezclado en Dolby Atmos, de tal forma que, como señala Víctor Castillo, “la música envuelve, casi diría que acaricia”. Se utilizaron un total de siete piezas de música minimalista de forma intencional. Además, cabe resaltar que la música entra en el minuto 30.

Por otro lado, la película ha contado con un gran equipo técnico con tres responsables principales —el jefe de rodaje para el sonido directo, el diseñador de sonido (Xanti Salvador) que trabaja con los directores y la persona encargada de realizar las mezclas—.
Además, el proceso de rodaje es distinto al ser una película con tres directores, cada uno con su papel centrado en una cosa concreta. Son casos especiales porque no suelen ocurrir a menudo, pero “ha sido muy enriquecedor”, afirmaba Ricardo Viñas.

Para comenzar a construir el sonido, el equipo técnico parte primero del montaje de la imagen y de todos los diálogos del directo. Después, se empiezan a meter sonidos de referencia para poder construir más ambientaciones vocales y los efectos de sonido. El porcentaje de sonido añadido sobre el directo en La trinchera infinita fue del 70%.
El objetivo principal de los efectos sonoros, como bien señala Ignacio es que: “en todos los efectos intentamos dibujar al personaje para ver cómo siente el protagonista las cosas que le suceden, creando así una pauta en la película en la que el protagonista percibe una cosa y el espectador las percibe con él”.
El uso de la dinámica es, naturalmente, otro de los puntos fuertes de la producción. Afortunadamente, la dinámica (diferencia entre el sonido más bajo como el silencio y el sonido más alto) se continúa utilizando en cine, cosa que produce un gran efecto en los espectadores y en otros medios, por la falta de recursos, no se pone en práctica. Se puede apreciar en los sonidos de los tambores que Alex F. Capilla (técnico del equipo) grabó durante la Semana Santa en Higuera de la Sierra (Extremadura), que han conseguido producir en el espectador la sensación de angustia que sufría el protagonista.
La segunda parte del evento estuvo dedicada a Dolby Theatre y, finalmente, a Dolby Atmos para instalaciones domésticas.
Con el término Dolby Theatre se define a una sala de cine muy especial. Está diseñada como un paralelepípedo y en ella encontramos dos zonas para poder sonorizar las diferentes capas de la sala, por lo que el número de altavoces aumenta considerablemente.
Dolby Atmos para el hogar lleva a su Home Theater la experiencia del sonido de alto nivel del cine para crear un audio poderoso y en movimiento que flota alrededor del espectador. El estándar Atmos Home de Netflix lo podemos apreciar en la película Klaus, la primera película que se ha mezclado en sistema Atmos Home. La versión realizada para la presentación en Hollywood para salas de cine se ha logrado con una versión mezclada mediante la masterización de altavoces de campo cercano usando solamente 12 y logrando un buen resultado.