Es la decimocuarta ocasión que se reconoce a los diferentes profesionales del audiovisual, técnicos de prestigio que, con su trabajo detrás de las cámaras, dan forma a las producciones más interesantes de la industria española.
En el marco de la 25ª edición del Festival de Málaga, que se celebrará entre los días 18 y 27 del próximo mes de marzo, se otorgará el Premio Ricardo Franco a técnicos de cine, en colaboración con la Academia de Cine. En esta ocasión el reconocimiento tiene como destinataria a la primera directora de producción en nuestro país, Sol Carincero.
Dedicada al audiovisual desde 1968, comenzó en Televisión Española de la mano de Óscar Banegas, Manuel Martín Ferrand, Alfredo Amestoy y Narciso Ibáñez Serrador. En 1974, durante el periodo en que este ocupa la Dirección de Programas de TVE, tiene a su cargo la Dirección de la Secretaría de Programas. A partir de este momento se dedica fundamentalmente al cine, trabajando para las productoras de Alfredo Matas, a las órdenes de José Manuel Miguel Herrero. Fue la primera mujer directora de producción en España, rol en el que debutó en la película Vámonos, Bárbara, dirigida por Cecilia Bartolomé.
La escopeta nacional, Patrimonio nacional, Nacional III, La vaquilla, Gary Cooper que estás en los cielos, El crimen de Cuenca, Hablamos esta noche, Esquilache, Los jinetes del Alba, Besos para todos, Horas de luz o Maktub son algunos de los títulos de su filmografía.
Impulsora y socia fundadora de la Academia de Cine, institución para la que ha coordinado el programa del ‘Año Berlanga’, obtuvo el Premio Goya a la Mejor Dirección de Producción en 1988 por Cara de acelga.
Ha impartido cursos sobre Producción Audiovisual en la Escuela de Imagen y Sonido de La Coruña, en la Escuela de Ciencias Empresariales de Badajoz, en el Instituto Europeo de la Empresa Audiovisual, en Andalucía Digital Multimedia, en Santillana Formación, en la ESCAC de Barcelona, en el TEA de Tenerife, en la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria, en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander y en la Escuela de la Cinematografía y el Audiovisual de la Comunidad de Madrid.
En los últimos años, junto a su actividad en la Academia, como vocal de la especialidad de Dirección de Producción, está volcada, junto con un grupo de cineastas, en conseguir que se reconozca la necesidad de implantar en los planes de estudios de enseñanza primaria la alfabetización audiovisual.
El Premio Ricardo Franco es fruto del acuerdo de colaboración entre la Academia de Cine y el Festival de Málaga. Se creó en homenaje al director, guionista y productor Ricardo Franco un año después de su muerte en 1999.