Hace menos de un mes que publicábamos información sobre esta película, un drama sobre la inmigración, en la que Telecinco Cinema se ha unido a Ikiru y La Terraza, para abordar su producción.

La localidad murciana de La Manga es la última parada del rodaje de Un mundo prohibido, tras su paso por la República de Benín y por localizaciones de Madrid. Siete intensas semanas en las que Salvador Calvo ha dirigido a Luis Tosar, Anna Castillo, Álvaro Cervantes y Jesús Carroza, además de los niños Moustapha Oumarou y Zayiddiya Disssou, elegidos entre miles de candidatos del continente africano, para abordar el espinoso tema de la inmigración desde tres historias entrelazadas que muestran diferentes puntos de vista.
Tal y como declaró el director en su momento, es “un proyecto ambicioso y difícil, pero por otro lado irresistible. La idea y los personajes surgieron en el rodaje de 1898: Los últimos de Filipinas en Canarias. Allí entré en contacto con la gente de CEAR y conocí a dos niños que sirvieron para inspirar a dos de los protagonistas de nuestra película. Existen 258 millones de emigrantes en el mundo. Unos 6.100 mueren cada año intentando alcanzar un mundo mejor. Un mundo que les es prohibido. Con esta película pretendo acercar al público alguna de estas historias para poner cara, carne y nombre a este drama”.
Producida por Ghislain Barrois y Álvaro Augustin (Telecinco Cinema), Edmon Roch (Ikiru Films), Javier Ugarte (La Terraza Films) y Un Mundo Prohibido AIE, con la colaboración de Mediaset España y la financiación del ICAA, Un mundo prohibido llegará a las salas de cine de la mano de Paramount Pictures Spain.
La historia: En un intento desesperado por alcanzar Europa y agazapados ante una pista de aterrizaje en Camerún, un niño de seis años y su hermana mayor esperan para colarse en las bodegas de un avión. No demasiado lejos, un activista medioambiental contempla la terrible imagen de un elefante, muerto y sin colmillos. No solo tiene que luchar contra la caza furtiva, sino que también tendrá que reencontrarse con los problemas de su hija recién llegada de España. Miles de kilómetros al norte, en Melilla, un grupo de guardias civiles se prepara para enfrentarse a la furibunda muchedumbre de subsaharianos que ha iniciado el asalto a la valla. Tres historias unidas por un tema central, en las que ninguno de sus protagonistas sabe que sus destinos están condenados a cruzarse y que sus vidas ya no volverán a ser las mismas.