El discurso del presidente de la Academia de Cine, Antonio Resines, durante la 30ª edición de la gala de los Premios Goya, destacó al dar una escalofriante cifra sobre la piratería: durante 2015 se descargaron 1.900 películas por minuto en España. El presentador, Dani Rovira, también tuvo unas palabras para los políticos allí presentes, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Alberto Garzón, a los que animó a reunirse tras la gala en una habitación con un “plasma” (haciendo referencia a Mariano Rajoy) para llegar finalmente a un pacto de Gobierno, el “pacto de los Goya”.
Rovira también tuvo palabras para el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, con el que hizo uno de los chistes más memorables de la ceremonia: «entiendo que no se baje el IVA cultural. Si yo no tengo yate, me da igual que se baje el IVA de los yates. Lo mismo debe pensar Montoro». Lindezas que el ministro de Cultura en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, soportó con el buen talante de quien sabe que esos dardos no iban para él, sino para su antecesor y para su compañero de partido en la cartera de Hacienda.
Un año más, las medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC) fueron la antesala de los mayores premios del cine español (al igual que ocurre con los Globos de Oro estadounidenses y los Oscar) y ya habían coronado a Truman (, que fue elegida como la mejor película del cine español. Tras la alfombra roja, que inauguraron el presentador Dani Rovira y los actores Andrés Pajares y Fernando Esteso cerca de las 19:30 horas del pasado sábado, la gala de los Premios Goya dio comienzo a las 22:00 horas en el Hotel Madrid Marriott Auditorium con un número musical protagonizado por Dani Rovira, Bibiana Fernández, Manuel Bandera y el mago Jorge Blas, que hizo desaparecer al presentador andaluz.
El primer premio de la noche fue el premio Goya a la Mejor Canción Original, entregado por las cantantes Alaska y Rosario, que fue para Pablo Alborán y Lucas Vidal, autores de la canción «Palmeras en la nieve», de la película del mismo nombre, mezclada en Best Digital. Alborán afirmó que «no hay cosa más maravillosa que tengan como referencia el cine español», mientras que el compositor Lucas Vidal animó a los jóvenes a «seguir luchando por los sueños».
Y seguidamente Vidal tuvo que volver a pisar el escenario, ya que el galardón a la Mejor Música Original también era para él, esta vez por Nadie quiere la noche. En esta ocasión animó a la gente joven a ver el cine español, «¡que mola mucho!», tras recoger el «cabezón» de manos de Cayetana Guillén Cuervo y Unax Ugalde.
María León y Juan Echanove descubrieron el nombre del Mejor Actor Revelación de esta edición: Miguel Herrán, por A cambio de nada. Daniel Guzmán, que más tarde también se llevaría premio, se emocionó al ver en el estrado al protagonista de su película, que ha tardado diez años en ser rodada. Herrán pronunció un emotivo agradecimiento a Guzmán, afirmando que había conseguido «que un chaval sin ilusiones descubra un mundo nuevo y se agarre a esta vida nueva. Me has dado una vida nueva».
A continuación tuvo lugar el monólogo de Dani Rovira, que repasó con mucho humor los 30 años de los Premios Goya y atizó a los políticos allí presentes, señalando que durante la campaña no se habló de cultura en ningún debate. También se dirigió a los dos nominados internacionales, Tim Robbins y Juliette Binoche, hablando en inglés y francés.
La entrega de premios continuó con el galardón al Mejor Maquillaje y Peluquería, que fue para Sylvie Imbert, Paco Rodríguez H. y Pablo Perona por Nadie quiere la noche, de manos de Yolanda Ramos, Belén López y Enrique Villén. Los ganadores agradecieron el reconocimiento a sus compañeros y a la directora, Isabel Coixet.
Antón Laguna recogió el Goya a la Mejor Dirección Artística por Palmeras en la Nieve, de manos de Verónica Sánchez y Fernando Guillén Cuervo; mientras que Miguel Ángel Amoedo fue el ganador del Goya a la Mejor Dirección de Fotografía por La Novia, una de las favoritas que al final no triunfó como se esperaba, galardón que entregaron Aura Garrido y Marta Hazas. El premio al Mejor Montaje fue para Jorge Coira, por El desconocido, recogido de manos de Carmen Machi y Julián López
A continuación llegó otro de los momentos más emotivos de la noche, protagonizado una vez más por Daniel Guzmán y su abuela, nominada a Mejor Actriz Revelación y a la que dedicó el Goya a Mejor Dirección Novel por A cambio de nada. Guzmán también se acordó de sus compañeros nominados, ya que «es muy duro hacer cine en este país».
Antonio Resines subió al escenario para hacer su discurso como presidente de la Academia de Cine, pidiendo sin descanso una bajada del IVA, que la cultura sea considerada una «cuestión de Estado» y que se luche «de una vez por todas» contra la piratería. Un discurso breve pero contundente que fue seguido por otra intervención de Dani Rovira, esta vez dirigiéndose a la alcaldesa del Ayuntamiento de Madrid, Manuela Carmena («¿de dónde ha sacado usted tiempo para hacer el estilismo de Óscar Jaenada?») y al ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, al que le pidió analizar una frase de Rajoy: «es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde». Un chascarrillo que no pareció hacer mucha gracia al ministro.
Los ganadores siguieron desfilando, ya cerca de las once y media de la noche. Fue el turno para el premio al Mejor Cortometraje de Ficción, recogido por José Luis Montesinos por El Corredor.
Javier Cámara se hizo con el segundo Goya de toda su carrera, esta vez como Mejor Actor de Reparto, por Truman. El actor riojano afirmó que llevaba «toda la tarde nervioso» y agradeció a todos el reconocimiento «porque ahora la película es vuestra».
Mustang, ganadora del galardón europeo LUX y distribuida por A Contracorriente Films, se llevó el Goya a la Mejor Película Europea, que fue recogido por el productor Charles Gillibert de manos de Goya Toledo y Diego Martín.
Otro de los grandes momentos de la gala fue la entrega del Goya de Honor a Mariano Ozores por parte de dos de sus sobrinas, Adriana y Emma Ozores, que agradecieron que su tío les enseñara «respeto, lealtad y mucho cariño por esta profesión». Tras la proyección de un vídeo que repasó la trayectoria cinematográfica de Mariano Ozores, todo el auditorio se puso en pie para dar un gran aplauso al director, que contuvo la emoción para afirmar que «todo esto no habría sido posible sin los actores de mis 96 películas», con los que quiso compartir el reconocimiento, y añadió que «hay un arte misterioso al que debo todo lo que soy, y este Goya se lo dedico al público, al respetable público. Muchas gracias». Finalmente, Mariano Ozores abandonó el escenario junto a sus sobrinas con un sonoro aplauso.
Tras un número de magia de Jorge Blas con la participación de Dani Rovira, se siguieron entregando premios, ahora, a distintas categorías técnicas. Lluís Rivera y Lluís Castells se llevaron el Goya a los Mejores Efectos Especiales por Anacleto, Agente Secreto; David Machado, Jaime Fernández y Nacho Arenas el de Mejor Sonido por El desconocido. Clara Bilbao recogió el galardón al Mejor Diseño de Vestuario por Nadie quiere la noche.
Tras casi dos horas de ceremonia, llegó el momento de entregar el Goya a la Mejor Actriz Revelación, que fue para Irene Escolar por Un otoño sin Berlín. La actriz agradeció el premio a los miembros de la Academia «por pensar que yo me lo merezco».
Antes de una pequeña pausa publicitaria, también se hizo entrega del premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana, que fue para la coproducción hispanoargentina El Clan, de Pablo Trapero, producida por los hermanos Almodóvar con El Deseo y distribuida por Warner.
Pocos minutos después de las doce de la noche, Joan Manuel Serrat conquistó el escenario para deleitar al público con «Los fantasmas de Roxy». Dani Rovira y Berto Romero también quisieron dar un concierto, esta vez con una versión muy actual del tema de Mecano «Mujer contra Mujer».
Por fin uno de los galardones fue para la película que había sido considerada favorita, La Novia, ya que Luisa Gavasa recogió el premio a la Mejor Actriz de Reparto. A continuación, Axel O’Mill Tubau y Patxi Uriz Domezáin recibieron el galardón al Mejor Cortometraje Documental por Hijos de la Tierra; y Jesús Navarro Alberola hizo lo propio con el galardón a la Mejor Película Documental por Sueños de sal.
El premio a la Mejor Dirección de Producción fue para otra de las favoritas, Nadie quiere la noche, y fue recogido por Andrés Santana y Marta Miró. Daniel Martínez Lara y Rafael Cano Méndez también recogieron el premio al Mejor Cortometraje de Animación por Alike. Dentro de la categoría de animación, la película triunfadora fue la española Atrapa la Bandera.
Antes de la entrega de los grandes premios, se proyectó el tradicional vídeo que recuerda a las grandes figuras del cine que nos han dejado este año, como el director Vicente Aranda, la actriz y cantante Marujita Díaz, el productor Francisco Gisbert, nominado en esta edición, el actor Aitor Mazo, el actor Pedro Reyes, el escritor y actor Ignacio Salas, el actor de doblaje Julio Sanchidrián o la actriz Lina Morgan.
El premio Goya al Mejor Guión Adaptado fue para Fernando León de Aranoa por Un día perfecto, que fue entregado por los escritores Elvira Lindo y Mario Vargas Llosa. León de Aranoa agradeció su sexto premio Goya y lo compartió con sus compañeros nominados, señalando que «las películas no compiten entre ellas, solo suman». Por otro lado, el Goya al Mejor Guión Original fue para la gran triunfadora de la noche, Truman (, premio que recogió Tomás Aragay.
Natalia de Molina, de Techo y Comida, fue reconocida con el premio Goya a la Mejor Actriz Protagonista. La joven intérprete se mostró muy emocionada y afirmó que «el cine también gana cuando se le da más espacio a las mujeres, que somos muchas». Después, en Twitter, gritó lo que no le dejaron en el escenario: «¡techo, comida y dignidad para todos!».
El premio Goya al Mejor Actor Protagonista fue para Ricardo Darín, que tras cuatro nominaciones en estos galardones, por fin ha podido hacerse con el «cabezón». Darín saludó a sus compañeros nominados antes de subir al escenario y pidió a los políticos que hicieran «algo por la cultura». Tras esta entrega, se hizo un homenaje a Luis Buñuel con Los Tambores de Calanda.
La gala finalizó con la entrega del premio Goya a la Mejor Dirección a Cesc Gay y el premio Goya a la Mejor Película a Truman (la gran triunfadora de la noche que eclipsó a las favoritas con más nominaciones. Sin más, Dani Rovira despidió la ceremonia y llamó a los ganadores para hacerse la tradicional foto de familia que quedará para el recuerdo de esta 30ª edición de los premios Goya.