Una reunión imposible en España

26 enero, 2023

El pasado  10 de enero tuvo lugar en París la 3ª Jornada Unifrance Export, que reunió a lo más granado de la industria audiovisual francesa con sus más destacados compradores extranjeros. Por Antonio Carballo

Antonio Carballo, editor de Cineinforme
Antonio Carballo, editor de Cineinforme

Se trata de una cita marcada en el calendario de los profesionales del cine, y el audiovisual en general, del país galo. Un encuentro en el que están presentes las grandes fuerzas de su audiovisual, aquellas implicadas en la toma de decisiones para que su industria crezca cada año, adaptándose a los cambios que modelan el mercado.

 La Jornada Unifrance Export sirve, en términos generales, para exponer ante la industria un análisis exhaustivo sobre las cifras y tendencias de la exportación de la industria audiovisual francesa en el año anterior.

A pesar de que los números todavía están alejados de las cifras prepandemia, el cine francés vive un buen momento a nivel internacional.

En 2022, el cine francés vendió 27 millones de entradas en salas de cine de todo el mundo (excepto Francia), de las cuales en torno al 70% corresponden a películas de producción mayoritariamente francesa, destacando especialmente los géneros de comedia y animación.

Europa es su mayor mercado, siendo los principales territorios Italia, Rusia, Polonia, Alemania y España. El mercado latinoamericano cada vez es más importante para Francia y de hecho en países como Chile, Perú, Uruguay, Venezuela, Bolivia y Paraguay las cifras son mejores que antes de la pandemia.

Además, el cine francés está muy bien posicionado en las plataformas VOD mundiales. Es la tercera cinematografía más presente en las plataformas (después de USA y la India) ya que suma 3.500 contenidos audiovisuales disponibles en las 103 plataformas analizadas.

Este estudio refleja, una vez más, la gran potencia que es Francia en el ámbito internacional, fruto de la histórica apuesta por el audiovisual, tanto por la enorme inversión pública como por la inteligencia de los agentes implicados para mantenerse unidos y remando en la misma dirección, siendo UNIFRANCE el elemento clave en todo este ecosistema (más aún después de la absorción de TV France International en 2021).

La Jornada UNIFRANCE Export resulta también muy interesante por el debate que se genera a continuación, en el que las figuras más relevantes del sector aportan sus puntos de vista y escuchan las propuestas de los compradores para lograr una mayor difusión de las películas francesas en el extranjero. Una estrategia que busca poner la experiencia multiperspectivista de los asistentes al servicio de una industria ubicada de forma permanente entre las cinco primeras del mundo.

En cuanto a España, como venimos publicando, nuestro audiovisual ha conseguido figurar por méritos propios entre los más valorados del mundo pero se requiere dar un paso más y trazar estrategias comunes para convertirlo también en uno de los más demandados en los mercados internacionales.

Que España sea uno de los primeros países europeos en cuanto a producción para plataformas OTT está bien, pero no es suficiente. Tampoco lo es que obras firmadas por directores españoles conquisten festivales de primer nivel. Todo eso no sirve de nada si los principales agentes del sector audiovisual español no colaboran para definir una estrategia de exportación que permita comercializar y explotar adecuadamente todo ese potencial y talento de manera eficiente.

Durante más de 30 años he creído, y sigo creyendo, que es imprescindible poner en marcha una jornada como la de UNIFRANCE en España en la que, siguiendo el ejemplo francés, se  reuniese  a los expertos y a las grandes figuras del audiovisual con los más importantes compradores extranjeros.

De hecho, en mis conversaciones con Pilar Miró, Directora General de Cinematografía entre 1982 y 1985, hablamos habitualmente de este tema y, precisamente, de ahí surgieron las ediciones bilingües de CINEINFORME para los mercados internacionales.

El informe de UNIFRANCE incluye un gráfico en el podemos ver los datos de exportación de contenidos audiovisuales franceses según la zona geográfica. Si alguien busca estos datos sobre la industria española, comprobará que no existen porque nadie se ha encargado de recabarlos.

En el momento actual, opino que el mejor marco para llevar a cabo una jornada de este tipo sería dentro de los Spanish Screenings en el área de industria del Festival de Málaga, un evento  que ya de por sí es clave para nuestra cinematografía y que podría ser el lugar idóneo para pensar y definir las líneas maestras a seguir, partiendo de los datos y de los estudios y análisis más rigurosos y exhaustivos.

A propósíto de los Spanish Screenings, recomiendo leer el editorial que escribí hace un año sobre el balance de su versión renovada y la oportunidad perdida que se intuía ya, con las partidas presupuestarias analizadas, que iba a ser el Hub Audiovisual (ver aquí)

Pero creo que no conseguiremos nunca realizar una jornada como la de UNIFRANCE en España. En la actualidad, tal planteamiento es una utopía por tres razones:

La primera es porque existen en nuestro país demasiadas instituciones públicas y privadas implicadas, de una forma o de otra, en la promoción y venta de nuestras producciones en el exterior. Salvo mínimos acuerdos entre el ICAA y el ICEX, poco más se puede decir.

Con unas instituciones públicas divididas en 17 pequeños territorios y las docenas de asociaciones de productores que existen en España es imposible llegar a ningún acuerdo.

Imagen de uno de los paneles de la última edición de esta jornada (© Giancarlo Gorassini / Unifrance)

Además, todas las decisiones relativas a exportación continúan en manos  de un único organismo dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que toma las decisiones sobre promoción y exportación de forma mecánicamente repetitiva, sin llegar a acuerdos previos con el sector.

La segunda razón es que carecemos de los estudios que elabora UNIFRANCE. Nadie sabe en España cuál es el valor total de nuestras exportaciones en el audiovisual. Ningún organismo oficial se hace responsable de ese imprescindible trabajo desde hace años.

Y la tercera razón es que, en las directrices del actual Gobierno, que es el único en toda la Historia del audiovisual español que está manejando cifras astronómicas (1.603 millones de euros destinados al Hub Audiovisual), se potencia hasta más no poder la captación de rodajes extranjeros para que se realicen en nuestro territorio, pero apenas se dedican 6 millones para potenciar la presencia de nuestros exportadores en los grandes mercados internacionales.

En definitiva, sigue siendo una necesidad la creación en España de un organismo como UNIFRANCE, que una a toda la industria audiovisual española, pero ya lo doy por imposible. Si no somos capaces de hacerlo en un momento como el actual, en el que se dispone de un presupuesto inmenso, no puedo imaginar que se vaya a conseguir después. Hemos perdido definitivamente el tren.

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