John Fithian (NATO): “La gente quiere volver a los cines. Simplemente, necesitamos más películas”

16 diciembre, 2022

John Fithian es una institución en la exhibición de Estados Unidos. Desde el año 1992 ha estado ligado al sector, como asesor de la NATO (National Association of Theatre Owners), de la que es presidente desde el año 2000. Aprovechando el anuncio de su retirada, que tendrá efecto a partir del 1 de mayo de 2023, Cine&Tele le ha entrevistado en exclusiva para conocer tanto su balance de estos últimos 30 años como su opinión sobre la situación actual en estos tumultuosos momentos.  Por Carlos Aguilar Sambricio

John Fithian, presidente de NATO hasta mayo de 2023

Cine&Tele: Has trabajado para NATO durante 30 años, ostentando la presidencia desde el año 2000. Han sido 30 años de cambios constantes, en los que has sido testigo de diferentes momentos clave: el paso del celuloide al cine digital, el renacer del 3D, los cines IMAX, el sonido inmersivo, las butacas reclinables, los aforos más reducidos…  ¿Cómo has vivido estos hitos y qué opinión tienes de esta evolución?

John Fithian: Es una buena pregunta aunque compleja y con muchas capas. De algún modo, la experiencia en los cines ha cambiado de forma dramática en los últimos 30 años pero, en cierta manera, no ha cambiado en absoluto.

Durante más de 100 años, los espectadores del mundo entero se han reunido en los cines para compartir una experiencia colectiva de una historia única, proyectada en una gran pantalla con un sonido que no puede ser replicado en casa. Los dos aspectos más importantes son la experiencia colectiva y la historia que se ve en la pantalla. Sin buenas películas que atraigan a diversos públicos mediante distintos géneros, las salas no existirían. Y sin el encuentro de seres humanos en un entorno cómodo, las películas tampoco lo harían.

La gente se ha reunido para contar historias desde el inicio de los tiempos en la especie humana. Esa necesidad del acto social, fuera de nuestro hogar, con una experiencia compartida, jamás ha cambiado. La pandemia ha demostrado al mundo lo importante que son las experiencias fuera del ámbito doméstico.

Al mismo tiempo, la experiencia en las salas ha cambiado de manera sustancial. El paso del fotoquímico a la proyección digital fue planificado de manera cuidadosa, financiada de manera conjunta entre distribuidores y exhibidores, e implementada para alcanzar una serie de estándares que persiguen la compatibilidad y la interoperabilidad. Los exhibidores se unieron para insistir en ese plan preciso. Los exhibidores de NATO impulsamos una carta global para exigir unos niveles de calidad y unos estándares, así como unos modelos de financiación, que funcionaran para toda la industria.

John Fithian (Foto Ryan Miller / Capture Imaging)

Al final, el cine digital proporciona una mayor flexibilidad en la programación y un nivel de calidad de imagen consistente, que no se degrada según va pasando el tiempo en la trayectoria de una película en la cartelera.

Asimismo, los operadores han ido mejorando todo lo que tiene que ver con la experiencia en los cines, ofreciendo más oferta de comida y bebida, instalando sistemas de sonido de mayor rendimiento, equipando las salas con asientos más cómodos y otra serie de avances. Igualmente importante es el hecho de que los exhibidores empezaron a introducir diferentes precios según la experiencia. Ahora los visitantes pueden elegir entre formatos premium, salas pequeñas o grandes, respaldos reclinables o normales, servicio de eliminación básico o gourmet, a diferentes precios.

C&T: La última amenaza es Netflix y el streaming. ¿Crees que es la mayor? ¿Crees que la explotación de película puede ser limitada a una pantalla en casa y en manos de un monopolio global? Sería el fin de la creatividad y la diversidad.

J.F.: En el curso de la Historia del Cine, se ha proclamado la muerte de las salas de cine en numerosas ocasiones. La primera vez fue con la televisión. Luego con el video y después con el DVD. Ahora con el streaming. Ninguna de estas tecnologías han matado a los cines y ninguna lo hará jamás.

Nuestras investigaciones demuestran que la gente que ve más películas en casa son la misma gente que van con más frecuencia a las salas. Los cinéfilos aman las películas. A veces quieren abandonar su hogar para ver las películas en pantalla grande compartiendo la experiencia con otras personas y otras veces se quedan en su casa. Con un amplio rango en la oferta doméstica, los productores pueden permitirse hacer más y más caras películas que se muestren primero en salas de cine y luego generen ingresos adicionales en la explotación doméstica.

Las dos mayores amenazas para los exhibidores en mi carrera de 30 años han sido el potencial colapso de la ventana de exclusividad para los cines y la pandemia. Pero estamos viendo que la industria está resurgiendo y superando estos desafíos.

Durante la pandemia, los distribuidores tuvieron que experimentar con los estrenos simultáneos de películas en salas y en los hogares, simplemente porque no podían obtener suficiente dinero en los cines para justificar el lanzamiento theatrical durante la pandemia.

John Fithian (Foto de David Becker / Getty Images para CinemaCon)

Pero, según hemos salido de la pandemia, están volviendo al modelo de ventanas de exclusividad para los cines con el objetivo de maximizar el retorno económico y así fortalecer la marca de las películas. Hay investigaciones que reflejan que las producciones que pasan primero por los cines luego tienen un mejor desempeño tanto en el VOD premium como en los modelos de suscripción.

Un gran ejemplo de este fenómeno es Warner Bros. Durante la pandemia, la compañía lanzó todas sus películas durante un año de forma simultánea en cines y los hogares. Pero ahora ha anunciado un modelo en el que vuelve a la ventana de exclusividad para cines y en el que va a hacer más películas.

La pandemia probablemente constituyó el mayor amenaza de la historia para la supervivencia de los cines. Pasamos de una taquilla global récord de más de 42.000 millones de dólares en 2019 a prácticamente cero en marzo de 2020. Las entidades de cine de todo el mundo, incluyendo NATO en Estados Unidos, tuvimos que trabajar con los gobiernos para conseguir subvenciones y ayudas fiscales, así como apoyo para nuestros empleados, con el fin de sobrevivir durante el confinamiento.

Conforme se va produciendo el lento pero firme retorno de suministro de películas, estamos creciendo en 2022 en comparación con el 2021, y continuaremos progresando de nuevo en 2023. Probablemente, volveremos a cifras prepandémicas en 2024.

C&T: Uno de los grandes hitos de NATO fue el nacimiento de CinemaCon, reemplazando a ShoWest. ¿Cómo fue este proceso y cómo de importante es para la exhibición en Estados Unidos y el resto del mundo?

J.F.: Estamos muy orgullosos de CinemaCon, que se ha realizado ya en 11 ocasiones desde 2011. NATO creó CinemaCon para ofrecer a los exhibidores y distribuidores el mejor lugar para debatir el futuro del negocio global, para ver fragmentos de próximos títulos, para conocer las últimas tecnologías y ofertas de comida y bebida, y para fomentar el networking y la colaboración de toda la industria a nivel global.

John Fithian (Foto de Frazer Harrison / Getty Images de CinemaCon)

CinemaCon es ahora mismo la mayor convención del mundo para los exhibidores, que acuden de más de 100 países.

La convención sufrió con la pandemia, como lo hicieron todos los eventos en todo el mundo. Nuestro CinemaCon de agosto de 2021 fue muy valiente, y fue la primera vez que realmente la industria se pudo reunir desde el estallido de la pandemia. En 2022 creció a partir de ahí  y estamos ya deseando que llegue la próxima edición en abril de 2023, que creemos que será una convención de gran tamaño e histórica.

C&T: Recientemente, habéis anunciado la creación de The Cinema Foundation. ¿En qué va a consistir y cómo va a complementar el trabajo de la asociación?

J.F.: La industria del cine ha trabajado durante muchos años de forma colectiva pero con focos diferenciados. Organizaciones como NATO, la europea UNIC o la Global Cinema Federation han representado a los cines que comparten un propósito común. La Motion Picture Association y otras entidades similares en todo el mundo han representado a los estudios y productoras. El Gremio de Dirección ha representado a los directores. Y así un largo etcétera.

Todas estas organizaciones tienen objetivos importantes pero representan únicamente a un segmento de la industria. La idea de The Cinema Foundation es congregar a toda la industria, es decir, exhibidores, distribuidores, creadores, productores independientes, empresas tecnológicas, compañías de servicios de comida y bebida, etc., en un propósito común: mejorar y hacer crecer la experiencia cinematográfica.

La fundación se lanzó el pasado mes de abril pero ya ha tenido un gran éxito en el National Cinema Day del 3 de septiembre, un esfuerzo promocional que fue replicado en otros países. Ya se está trabajando en los planes para el Cinema Day de 2023.

Estamos empezando a lanzar un Centro de Innovación y Tecnología en la fundación para reunir a la industria con el objetivo de hablar sobre caminos novedosos a los que la experiencia en salas puede ir. La fundación se centrará, asimismo, en el aspecto laboral en el cine, las organizaciones benéficas, la investigación y los datos estadísticos para ayudar a la industria.

The Cinema Foundation es una idea ilusionante e histórica y queremos que todos en la industria participen y apoyen este proyecto.

C&T: También habéis consolidado una alianza con la exhibición internacional. En 2017, se creó la  Global Cinema Federation, de la que NATO es parte. Sin embargo, ¿no crees que es necesario un mayor impulso a nivel internacional para sobreponerse a los actuales retos? ¿Debería ser esta federación más activa?

J.F.: La Global Cinema Federation (GCF) es una organización voluntaria sin su propio staff. NATO, UNIC y 12 cadenas líderes en la exhibición global, liderados por Alejandro Ramírez de Cinepolis, crearon la GCF antes de la pandemia. Ahora que hemos salido de ella, esperamos reactivar la GCF.

Nuestra próxima reunión tendrá lugar en Bangkok (Tailandia) en la convención CineAsia el 5 de diciembre, donde nos reorganizaremos y planificaremos el futuro.

C&T: La estrategia de las majors durante la pandemia fue altamente criticada. ¿Crees que se equivocaron y que os dejaron tirados, como han dicho algunos?

J.F.: Los grandes estudios realmente no tenían ninguna alternativa buena durante la pandemia. Cuando los cines se cerraron, no había nada que se pudiera hacer. De modo que en NATO trabajamos codo con codo con nuestros socios de las majors para desarrollar protocolos de seguridad tanto para la producción de películas como para la exhibición, con el fin de volver al trabajo.

Según fueron abriendo los cines, los estudios experimentaron con diferentes modelos de lanzamiento para volver a llevar las películas a las salas. La buena noticia de estos experimentos es que han demostrado que una ventana de exclusividad para las salas es esencial tanto para nosotros como, irónicamente, para los servicios de streaming. La pandemia ha obligado a la industria en su conjunto a recordar que el modelo de explotación theatrical funciona.

Así que no, no creo que las majors nos dejaran tirados. Creo que todo el mundo simplemente intentó sobrevivir y hacerlo lo mejor posible durante la pandemia.

C&T: Los jóvenes son los que más van a los cines. Sin embargo, se vende la idea de que el futuro de las salas está en peligro porque las nuevas generaciones no están interesadas. Las familias también acuden con frecuencia. La clave es quizás recuperar al público adulto porque no deberíamos resignarnos a que las películas para este público vayan directamente al VOD, ¿no crees?

J.F.: Hacia el final de la pandemia, hubo gente que dijo que los jóvenes nunca volverían a los cines, que las familias nunca volverían a los cines, y que la gente mayor tampoco volvería. Estas tres predicciones se han demostrado falsas con cada nuevo éxito en cines.

Los espectadores de todos los espectros demográficos están acudiendo a ver determinadas películas en las mismas cifras que lo hicieron antes de la pandemia. El problema es que no hay suficientes películas.

En lo que va de 2022, en Estados Unidos, por ejemplo, llevamos en torno al 70% de taquilla de la que hubo en 2019, incluso a pesar de que hemos tenido únicamente el 68% de estrenos de gran tamaño. Dicho de otro modo, en relación al número de películas, la gente ha vuelto a las salas de una manera similar a 2019. Pero necesitamos más películas.

Para la gente joven, la nueva película de Black Panther demostrará mi argumento. Para las familias, no hay más que mirar el caso de Minions, y para el público adulto, ahí está Top Gun: Maverick. Eso por nombrar un caso concreto en cada apartado.

No creemos que haya un problema de que la gente no quiera volver a los cines. Simplemente, necesitamos más películas.

C&T: La relación entre las salas de cine y las plataformas de streaming ha sido tensa. ¿Las consideras el enemigo?

J.F.: Las plataformas de streaming y la industria de la exhibición pueden coexistir y ayudarse mutuamente a crecer. Los streamers no son el enemigo. Como sugería antes, ahora se hacen más películas debido a las plataformas. El género documental, por ejemplo, casi había muerto antes de que aparecieran los streamers. Estas compañías están relanzando los documentales y ahora están rindiendo bien otra vez en el ámbito theatrical.

Todavía más importante es el hecho de que el modelo de streaming, sin lanzamiento theatrical, no está funcionando bien. Sí, las series funcionan muy bien en streaming, pero las películas se pierden en ese mundo si antes no hay un lanzamiento en salas que establezca una marca y genere un impacto cultural.

John Fithian (Foto de Ryan Miller / Capture Imaging)

Por ese motivo estamos viendo experimentos de compañías como Netflix. Bardo de Alejandro González Iñárritu (Netflix) está disponiendo de una ventana de 50 días en cines en México. Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion se está estrenando con un nuevo modelo theatrical en Estados Unidos y se espera que haya más experimentos por parte de Netflix.

En el caso de Apple, quedaron encantados con el reconocimiento de premios de la Academia con CODA. Creo que harán más experimentos con lanzamientos theatrical en 2023. Y Amazon está analizando esta cuestión también, especialmente desde la adquisición de MGM.

Creo que las plataformas aumentarán sus planes de estrenos theatrical en el futuro por dos razones. Primero, porque simplemente hacen más dinero de esa forma, y segundo, porque una buena trayectoria en salas también les ayuda luego a poder promocionar mejor la película en el estreno VOD.

C&T: Más allá de la inversión en tecnología y equipamiento, ¿qué deben hacer los cines para seguir jugando un papel clave en la sociedad? ¿Debemos repensar los cines? 

J.F.: Si las películas vuelven, como parece ser el caso, y si la experiencia continúa mejorando, como es seguro, no necesitamos repensar las salas de cine. Sí, necesitamos innovar y proporcionar contenido diverso que seduzca a toda clase de públicos. Pero la experiencia cinematográfica crecerá en los próximos años y alcanzará nuevas cotas. No tengo dudas de ello.

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