El streaming sigue liderando el mercado con un crecimiento del 14% en suscriptores premium, mientras que las ventas físicas continúan en descenso, con el vinilo como formato predominante. Los derechos de propiedad intelectual aumentan un 12,58%, pero la piratería sigue afectando al sector, generando pérdidas millonarias. La industria pide incentivos fiscales para seguir impulsando la producción musical en España.

La industria de la música grabada en España ha cerrado el año 2024 con una facturación de 568,8 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 9,42% respecto al año anterior, según el informe publicado por PROMUSICAE. Este incremento reafirma la solidez del sector, impulsado principalmente por el streaming, que ya supone casi el 90% del consumo musical en el país.
El mercado digital ha alcanzado los 454,5 millones de euros, con el streaming de audio como protagonista absoluto, generando 376,3 millones de euros. En comparación con 2023, las suscripciones premium han aumentado un 14%, alcanzando los 7 millones de usuarios. El streaming de vídeo, aunque en menor medida, también ha crecido, aportando 73,8 millones de euros.
Por otro lado, las ventas físicas continúan su descenso, con una caída del 13,25% y un total de 53,8 millones de euros. No obstante, el vinilo sigue siendo el formato más popular dentro de este mercado, representando el 62,8% de las ventas, aunque con una leve bajada en unidades vendidas. En contraste, el CD ha registrado una caída del 25,4%, consolidando su declive en la industria.
Otro factor clave en los ingresos de la música grabada ha sido el aumento en los derechos de propiedad intelectual, que han crecido un 12,58%, sumando 56,3 millones de euros. Sin embargo, los ingresos por sincronización musical (licencias para cine, televisión o publicidad) han descendido un 2,14%, con una recaudación de 4,1 millones de euros.
A pesar de estos buenos resultados, el presidente de PROMUSICAE, Antonio Guisasola, advierte que la industria sigue enfrentando desafíos como la piratería, que aún afecta al 30% de los consumidores, generando un impacto negativo de 628 millones de euros en el sector. También hace un llamado a fomentar el modelo de suscripción y a establecer incentivos fiscales que permitan seguir invirtiendo en talento emergente.
Con estos datos, la música grabada en España se mantiene en una senda de crecimiento, alcanzando cifras similares a las de 2004, aunque aún lejos de los máximos históricos de 2001. La evolución del streaming premium y las políticas de apoyo a la industria serán determinantes para consolidar esta tendencia en los próximos años.