El cine español debería estar de luto

21 febrero, 2025
El mundo de la cinematografía debería vestirse de luto tras la pérdida de dos referentes indiscutibles de la industria audiovisual: Juan Mariné y Antonio Martos Guardia. Ambos fueron pilares fundamentales en el ámbito de la dirección de fotografía y la preservación del cine, dejando una huella imborrable en la historia del séptimo arte. Con trayectorias marcadas por la innovación, la pasión por la imagen y el compromiso con el legado cinematográfico, su partida supone un duro golpe para el sector. En este homenaje, recordamos su vida, su trabajo y su invaluable contribución al cine y la televisión.
Última foto de Juan Mariné junto a Antonio Martos en un acto público en los Cines Renoir en 2023, con motivo de la presentación del documental sobre Juan Mariné, dirigido por María Luisa Pujol | ©Antonio Carballo

El mundo de la cinematografía ha sufrido esta semana una gran pérdida con el fallecimiento de dos grandes referentes de la industria audiovisual, Antonio Martos Guardia y Juan Mariné,  dos de sus figuras más relevantes, ambos pilares fundamentales de la Asociación de Directoras y Directores de Fotografía Cinematográfica (AEC). Dos de nuestras figuras más internacionales en su especialidad. La industria dice adiós a dos fotógrafos excepcionales que dejaron una huella imborrable en la historia del cine y la televisión gracias a su talento, dedicación y compromiso con el mundo de la Imagen.

Juan Mariné:

El histórico director de fotografía, restaurador fílmico e investigador Juan Mariné, una auténtica leyenda del cine español, recibió el Goya de Honor en 2024 otorgado por la Academia de Cine.

El director de fotografía y restaurador cinematográfico Juan Mariné ha fallecido a los 104 años en Madrid, dejando un legado trascendental en la historia del cine español. Nacido en Barcelona el 31 de diciembre de 1920, Mariné fue un pionero en la restauración y conservación de películas, con una carrera que abarcó más de ocho décadas. A lo largo de su vida, se convirtió en uno de los principales responsables de la preservación del patrimonio cinematográfico español, colaborando en la restauración de numerosas películas clásicas que, de otro modo, habrían quedado perdidas para las futuras generaciones.

Su carrera en el mundo del cine comenzó a los 13 años, participando en el rodaje de la película El octavo mandamiento. A lo largo de los años, Mariné trabajó en más de 150 producciones cinematográficas y colaboró estrechamente con directores icónicos como Antonio del Amo, José Luis Sáenz de Heredia, Pedro Lazaga y José María Forqué. Su destreza como director de fotografía quedó reflejada en películas emblemáticas como La gran familia (1962), La ciudad no es para mí (1965), Sor Citroën (1967) y Abuelo Made in Spain (1969), entre otras.

Sin embargo, uno de los aspectos más destacados de su legado fue su trabajo pionero en la restauración cinematográfica. En la década de los 80, Mariné se dedicó a crear e innovar en técnicas que permitieran la conservación de películas antiguas que estaban en riesgo de deteriorarse. Fue responsable de la creación de dispositivos como la copiadora óptica y la máquina de lavado de negativos, herramientas que se convirtieron en estándares de la industria para preservar el patrimonio audiovisual. Gracias a sus esfuerzos, muchas de las películas más representativas del cine español de principios del siglo XX fueron recuperadas y restauradas, contribuyendo a garantizar que no se perdiera el legado cultural del país.

El editor de Cineytele PRO, Antonio Carballo (derecha), junto a Juan Mariné y María Luisa Pujol en el estreno de Juan Mariné. Un siglo de cine.

A lo largo de su carrera, Mariné fue reconocido con diversos galardones, entre ellos el Goya de Honor en 2024, que le fue otorgado por su extraordinaria contribución al cine. También recibió el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro de la Academia y la Medalla de Oro de las Bellas Artes, entre otros. Además, fue el primer director de fotografía en ser admitido en la Academia de Cine y participó activamente en la creación de la Escuela de Cinematografía de la Comunidad de Madrid (ECAM), donde compartió su vasta experiencia con las nuevas generaciones de cineastas.

Además, Mariné ha sido protagonista de varios documentales que exploran su carrera y legado en el cine español. Entre los más destacados se encuentran Juan Mariné. Un siglo de cine (2020), de María Luisa Pujol, y Juan Mariné, entre luz y sombra (2023), de Rafael Toba.

Antonio Martos:

Antonio Martos Guardia, nacido el 1 de marzo de 1944, ha fallecido a los 79 años, dejando tras de sí una vida dedicada a la imagen y la comunicación. Con una sólida formación académica, comenzó su andadura como Director de Fotografía en la Escuela Oficial de Cinematografía (1969-1972) y continuó su especialización con una licenciatura en Ciencias de la Imagen por la Universidad Complutense de Madrid (1971-1976). Su formación se complementó con estudios en producción televisiva en el Instituto Oficial de RTVE (1978) y seminarios en ámbitos como los estudios de mercado, la formación financiera para ingenieros y la creatividad publicitaria. Su interés por la psicología aplicada a la publicidad y la tecnología de la imagen lo convirtieron en un profesional multidisciplinario, siempre en la búsqueda de la innovación.

Antonio Martos en su etapa como director general de Kodak Cine para España y Portugal.

Su carrera profesional estuvo marcada por una dedicación inquebrantable. Desde 1966 hasta 1973, trabajó en la producción de cine y televisión como «freelance» para reconocidas cadenas internacionales como ORTF, RAI, BBC y RTVE. Posteriormente, su trayectoria en Kodak consolidó su influencia en el sector, ocupando diversos cargos de gran responsabilidad: Supervisor Nacional de Formación (1973-1980), Supervisor de Publicidad y Promoción (1980-1984), Director de Desarrollo de Mercados de Consumo (1985-1990) y Director de la División de Cine Profesional en Kodak España y Portugal (1990-2001). En 2001, su espíritu emprendedor lo llevó a ser miembro fundador de Proddigital Film Consulting, contribuyendo a la evolución del cine digital. Finalmente, desde 2003, se desempeñó como Director Comercial de Imagen Line, especializada en postproducción digital.

Además de su carrera profesional, Antonio Martos Guardia fue un referente en instituciones del sector. Ayudó a fundar la Asociación Española de Directoras y Directores de Fotografía Cinematográfica (AEC). También tuvo un papel fundamental en la fundación de la primera Asociación de Industrias Técnicas de España (AITE), que se estableció en 1996 durante el Festival de San Sebastián. Gracias a la iniciativa de Alain Coiffier (entonces Director General de los laboratorios MADRID FILM), Ramón Martos (director entonces de IMAGE FILM), Marciano de la Fuente (entonces Director General de FOTOFILM), Antonio Carballo (entonces director de CINEINFORME), Ignacio Sanz Pastor (entonces Director General de CA&D), Patrick Rouchon (Ostra Delta), Oscar Pérez (EPC), Celia Salamanca (Voces Meigas), Ignacio Cadars y Ricardo Suárez (CineArte), Rafael Martín Sanz (Telson), Marichu Corugedo (Estudios EXA) y José Manuel Freire (REM/Triplefactor), se creó una organización que tuvo una corta pero intensa vida, logrando celebrar en España varios Congresos de nivel internacional de los que CINEINFORME fue portavoz exclusivo.

Fotografía tomada en 1996 durante la fundación de AITE en el Festival de San Sebastián | ©Antonio Carballo

Antonio Martos Guardia no solo fue un gran profesional, sino también una persona de gran calidad humana y un gran referente en la industria del cine. Ayudó a muchos directores de cine a comenzar su carrera, brindándoles apoyo y orientación en sus primeros pasos en el mundo cinematográfico. Su dominio de varios idiomas, entre ellos francés, inglés e italiano, le permitió trabajar en entornos internacionales con facilidad, estableciendo conexiones valiosas en el mundo de la cinematografía. Su legado es una fuente de inspiración para quienes siguen su camino en la industria audiovisual. Su pasión por la imagen, su visión innovadora y su incansable labor han dejado una huella imborrable en el sector.

Hoy, los recordamos con admiración y respeto, agradeciendo su contribución a la cinematografía y su impacto en tantas vidas. Sus luces seguirán brillando en cada imagen y en cada historia contada a través del cine y la televisión.

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