El documental original de Discovery ofrece una mirada en profundidad a la historia y a la importancia del cronometraje en el mayor evento deportivo del mundo y que explora los avances tecnológicos que aseguran resultados precisos y justos.
El intento de estandarizar el método de cronometraje ocurrió en los Juegos Olímpicos de 1932 en Los Ángeles. Hasta entonces, el tiempo no se medía con máquinas digitales, sino con jueces que poseían relojes en la mano. El Comité Olímpico Internacional decidió entonces que los jueces debían tener el mismo modelo de cronómetro para medir el tiempo de la misma manera.
El sábado 7 de agosto, a partir de las 20:05 horas, coincidiendo con la recta final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Discovery Channel estrena Cronometrando los Juegos Olímpicos, un nuevo documental original de Discovery que ofrece una mirada en profundidad a la historia y a la importancia del cronometraje en el mayor evento deportivo del mundo y que explora los avances tecnológicos que aseguran resultados precisos y justos.
Los límites del ser humano han variado, nos hemos vuelto más fuertes, más rápidos y más ágiles. En 1932, Eddie Tolan batió un récord mundial de 10,3 segundos en atletismo y en 2008 Usain Bolt superó este resultado con 9,58 segundos. Estos dos eventos se produjeron con 80 años de diferencia, ocho décadas en las que el deporte ha atravesado cambios inimaginables. Este documental muestra cómo el avance de la tecnología ha permitido limitar el papel del azar en los resultados, que en años anteriores aparecían en las pistas y escenarios de los juegos.
Dentro del cronómetro hay un movimiento preciso que funciona a 36.000 latidos por hora, por lo que es capaz de contar el tiempo con una precisión de 110 segundos. Ya que esto no era una garantía absoluta, los jueces debían poner en práctica su vista de águila y grandes reflejos. En 1936 en los Juegos Olímpicos de Berlín, el dispositivo electrónico más innovador del momento se encargó de marcar los tiempos. Se trataba de una pistola de salida que estaba conectada a una caja que contenía varios cronómetros. El juez, al hacer el pistoletazo para iniciar la carrera, activaba el mecanismo que ponía en marcha todos los cronómetros a la vez. Esto ayudó a resolver el problema de cronometrar el inicio de la carrera, sin embargo, no era determinante para quien cruzara la línea de meta primero.
Es por eso que, los estadios olímpicos ahora están llenos de tecnología moderna. Incluso el más mínimo movimiento no se escapa de la atención de los espectadores. Los dispositivos y las computadoras cuentan, miden y ven todo lo que está más allá de la percepción humana. Con esta innovadora tecnología y la evolución digital estamos al punto de lo invisible, de hecho, el control del tiempo hace que las cosas invisibles sean visibles para todos los humanos por igual.
