Más de cuatro millones de personas estuvieron pendientes de la 65ª edición del certamen que, a pesar de registrar peores datos de audiencia que en años anteriores, se posicionó como lo más visto del sábado.
El sábado 22 de mayo tuvo lugar la 65ª edición de Eurovisión, un evento que habitualmente la atención mayoritaria de los espectadores. Como cada año, La 1 de TVE emitió la gala que logró una audiencia media de 4.071.000 espectadores, lo que se traduce en un 29,4 por ciento de share.
Las votaciones, que dieron la victoria a Italia, fueron lo más visto del día, con una media de 4.515.000 personas y un 34,1 por ciento de cuota de pantalla. A juzgar por los datos, las votaciones es el momento más interesante para la audiencia, ya que 8.063.000 contactaron en algún momento con La 1 para seguir este momento decisivo.
La actuación de Blas Cantó, nuestro representante en esta edición que quedó en el puesto 24 de 26, reunió a un total de 4.569.000 espectadores y una cuota del 31,7 por ciento, alcanzando uno de los picos más elevados.
El minuto más visto del día fue cuando al final de la gala se desvelaba la victoria de Italia (24:47 horas) con 4.857.000 espectadores (42,6 por ciento). Con estos datos, La 1 fue líder del sábado con una audiencia media del 15,9 por ciento.
Y aunque no han sido unos malos datos, el interés de la audiencia ha bajado respecto a otras ediciones. En 2019 reunió 5.449.000 millones de espectadores (36,7 por ciento); un año antes, congregó a 7.170.000 personas (43,5 por ciento), el mejor dato de los últimos 10 años; y en 2017 fueron 4.474.000 espectadores los que vieron la gala en La 1.
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