El mercado sigue girando a velocidad absurda, películas que llegan sin conversación, sin margen y sin posibilidad de crecer. El resultado es el que ya conocemos, pero nadie parece dispuesto a cambiar el ritmo. Por Fátima Jarmouni.
Box Office
Thunderbolts repite en lo más alto, pero no con la misma fuerza. Pierde un 37 % respecto a su primer asalto y firma 863.681 € en su segunda semana. No es un desplome alarmante, pero sí una señal de que su recorrido comercial podría no ser tan largo como Disney esperaba. Con 3,7 millones acumulados, Marvel demuestra que sigue llenando salas… aunque cada vez con algo menos de entusiasmo.
En el segundo puesto, Minecraft también empieza a mostrar desgaste. Baja un 40 %, con 330.947 €, pero su acumulado ya supera los 15 millones. La jugada les ha salido redonda; público joven, marca reconocible y un estreno amplio.
El Casoplón mantiene la tercera posición con 246.274 €, bajando un 36 %. Lleva ya cuatro semanas en cartel y se acerca a los 2,8 millones, confirmando que ha sabido conectar con su público. Sin grandes alardes, pero con constancia, se ha hecho fuerte en el circuito familiar y de ocio ligero.
En el cuarto, Until Dawn cede un 32 % y se queda en 237.144 €. Su media por cine no deslumbra, pero se defiende. Ha encontrado hueco en el público de terror, sin levantar pasiones pero sin desplomarse. Si sigue con esta resistencia, podría cerrar su carrera dignamente. Lleva ya casi millón y medio.
Y cerrando el bloque, El contable 2 desciende con más brusquedad: un 41 % menos, hasta los 171.106 €. La marca no ha tirado tanto como se esperaba, y aunque supera el millón acumulado, parece claro que el efecto “recuperamos personaje” no basta por sí solo. Ni Affleck ni la acción han conseguido mantenerla arriba más allá del arranque.
Estrenos
El estreno que mejor resultado consigue es Una quinta portuguesa, que suma 115.033 € en 108 cines. Su media por sala supera los 1.000 €, algo que pocas películas pueden decir últimamente sin el respaldo de una major. La película, dirigida por Andreu Castro, formó parte de la Sección Oficial del Festival de Málaga, lo que le ha dado cierta visibilidad.
Tierras perdidas, basada en relatos de George R. R. Martin y con Milla Jovovich como reclamo, no ha conseguido movilizar al público, 113.850 € en 268 salas, con una media que apenas alcanza los 425 €. Es una cifra baja para un estreno de este calibre, lo que sugiere que este tipo de fantasía oscura, si no viene bien enmarcada o con un universo reconocible detrás, ya no garantiza interés por sí sola. Quizá el público ha cambiado de hábito, o tal vez simplemente no supieron comunicar qué ofrecía realmente la película.
En el puesto 11 entra Enemigos, lo nuevo de David Valero. Llega a 268 salas y recauda 86.004 €. La historia se centra en dos adolescentes enfrentados desde siempre en un barrio periférico, y en cómo un acto de venganza puede darle la vuelta a todo. La película, que pasó por la Sección Oficial del Festival de Málaga, llega a los cines con una propuesta social de base, pero sin conseguir un arranque especialmente visible en taquilla.
También esto pasará debuta con 30.228 € en 111 cines. Adaptación de la novela de Milena Busquets dirigida por María Ripoll, la película formó parte de la Sección Oficial del Festival de Málaga. Su estreno ha sido discreto, con una propuesta dirigida a un público muy concreto que necesitaría más tiempo (y mayor visibilidad) para tener recorrido en salas.
Presunción de inocencia (Le Fil) entra en el puesto 17 con 28.137 € en 57 cines. Para una película sin campaña ni respaldo fuerte, y con un enfoque adulto y clásico, el dato no es malo. La media por sala es aceptable, y dentro de su escala, el estreno cumple. No genera ruido, pero al menos ha encontrado algo de público.
Distinto es el caso de Kaiju No. 8: Misión de reconocimiento, que llega con 25.926 € tras haberse lanzado en más de 170 salas. El dato, en este caso, sí preocupa. El despliegue ha sido desproporcionado para una propuesta que no venía con tracción suficiente ni expectativa real. El resultado refleja desconexión total entre lo que se ha ofrecido y lo que el público buscaba.
Confidencial (Black Bag) cierra el Top 20 con 22.014 € en 45 cines. Dirigida por Steven Soderbergh y con Cate Blanchett y Michael Fassbender en el reparto, podía parecer un estreno con peso. Pero más allá de los nombres, la película ha llegado sin impulso comercial y sin un foco claro. En taquilla, eso se nota rápido.
Cine español
Esta semana hay siete producciones españolas en el Top 20, una presencia significativa, aunque marcada por la disparidad en resultados. El casoplón, Una quinta portuguesa, Enemigos y También esto pasará ya han sido comentadas.
Un funeral de locos sigue en el puesto 10 con 103.488 €, tras cinco semanas en cartel. La comedia de Manuel Gómez Pereira se ha mantenido sin grandes bajadas, pero tampoco logra despegar realmente. Su reparto conocido y un humor ligero han funcionado hasta cierto punto, aunque el resultado final queda por debajo de lo esperado en una comedia que apuntaba claramente a un público amplio.
La buena letra, en el puesto 14, ha recaudado 57.635 € en su segunda semana, con 116 copias. El descenso es acusado (casi un 50 %), y aunque el filme adapta un texto de Rafael Chirbes y apuesta por una narrativa sobria, no ha logrado mantener el ritmo. Su propuesta es muy específica, y eso se ha notado a la hora de sostener el interés en salas.
En el puesto 15 encontramos a Wolfgang (Extraordinario), con 31.418 € esta semana. Dirigida por Javier Ruiz Caldera, la película acumula ya 3,7 millones tras nueve semanas en cartel. Es una de las pocas producciones españolas de esta temporada que ha logrado mantenerse con fuerza más allá del estreno. Su historia, la de un niño superdotado y con autismo que debe adaptarse a vivir con su padre, ha conectado con distintos perfiles de público. Sin depender de una campaña masiva, ha construido su recorrido desde el contenido, el boca a boca y una sensibilidad que ha calado.
Cine independiente
El cine independiente mantiene cierta presencia esta semana en el Top 20, aunque más por resistencia que por impulso. Siete títulos se reparten espacios que, si no son destacados en cifras, sí revelan matices sobre qué encuentra su sitio… y qué no. Una quinta portuguesa, Enemigos, La buena letra, También esto pasará, Presunción de inocencia (Le Fil) y Tierras perdidas ya las hemos comentado en bloques anteriores.
Cónclave aparece en el puesto 7 y suma otros 130.086 € tras 21 semanas en cartel. No es habitual ver una película de este perfil aguantar tanto en salas, pero el contexto ha jugado a su favor. La reciente muerte del Papa ha devuelto actualidad a su argumento, aunque lo cierto es que su recorrido ya era sólido antes.
Kayara se mantiene en el Top 20 con 67.407 € en su segunda semana. El estreno fue amplio, pero el interés no ha acompañado. La propuesta, una producción peruana de animación ambientada en el imperio inca, tenía potencial para destacar, al menos por su singularidad.
Análisis general
La recaudación se hunde hasta los 2,93 millones de euros. Es una caída muy brusca, más de 1,3 millones menos que la semana anterior, y lo más preocupante no es solo la cifra, sino que nos da igual. El mercado ha normalizado tanto esta fragilidad que se asume como parte del sistema, como comentamos en semanas anteriores y eso es un síntoma claro de agotamiento.
Las películas desaparecen si no arrancan fuerte, pero esa es solo una parte del problema. Lo que pasa antes, en la producción, también arrastra. Se hacen demasiadas películas sin pensar si tienen un lugar real, si pueden conectar, si alguien las está esperando. Se produce sin freno, sin pausa, sin tiempo. Como si estrenar fuera el objetivo, no el principio del recorrido. Y así no hay estructura que aguante.
Tampoco hay espacio para que una película respire. Todo se mide con una inmediatez que no deja margen para crecer. Si no funciona en tres días, se cae. Si no se comenta en el primer fin de semana, desaparece. Y eso incluye a películas que podrían tener recorrido, pero que entran en un circuito pensado solo para la novedad.
Este modelo no está diseñado para sostener películas, está diseñado para rotarlas. Y lo más grave es que la industria, en su conjunto, sigue funcionando como si ese desgaste fuera inevitable. Como si no hubiera otra forma de hacer. Pero sí la hay. Solo que no se está mirando ahí.
Para concluir, os dejamos también con el gráfico de Comscore que muestra la evolución semanal de la taquilla comparada con la media del mismo periodo comprendido entre 2017 y 2019.