James Cameron no asistió a unos Oscar donde también faltaron los espectadores

16 marzo, 2023

«Tom Cruise y James Cameron no han aparecido. Los dos tipos que insistieron en que fuéramos a las salas no han venido a esta» decía Jimmy Kimmel en una de sus bromas durante la pasada gala de los Oscar. Por Juan García.

La broma personalmente me pareció muy ingeniosa pero a la vez me dejó pensativo ¿Los dos pilares de la taquilla mundial faltan al evento cinematográfico más importante del año? Es como si los representantes del gran público le dieran la espalda a los premios más prestigiosos del planeta.

No se puede negar lo poético del asunto, pero independientemente de las razones de cada uno para no asistir, el Oscar a los mejores efectos especiales y el Oscar al mejor sonido de #AvatarTWOW y #TopGunMaverick nos habla de una calidad técnica y no artística de estas obras, al menos según los cánones de la academia… claro.

El comparar la ganadora del Oscar anualmente con la película más vista en salas de cine en el año natural es simplemente para dar una referencia de donde está el mercado y donde está la crítica. Esa es justo la razón por la que he titulado a este artículo «Na’Vi a la fuga», porque cada año un Avatar, un Vengador o un Jedi rapta al público en pro de un cine en el que presupuesto, virtudes técnicas y promoción pesa más que la parte artística.

El declive de la audiencia televisiva de la gala en Estados Unidos es realmente alarmante:

  • 2022: 16,6 millones, Coda (Regina Hall, Amy Schumer, Wanda Sykes)
  • 2021: 10,4 millones, Nomadland (Sin presentador)
  • 2020: 23,6 millones, Parásitos (Sin presentador)
  • 2019: 29,6 millones, Green Book (Sin presentador)
  • 2018: 26,5 millones, La forma del agua (Jimmy Kimmel)
  • 2017: 32,9 millones, Moonlight (Jimmy Kimmel)
  • 2016: 34,4 millones, Spotlight (Chris Rock)
  • 2015: 37,3 millones, Birdman (Neil Patrick Harris)
  • 2014: 43,7 millones, 12 años de esclavitud (Ellen DeGeneres)

¿Y en España?

Aquí el panorama está algo más equilibrado, pero cine comercial y cultural viven en dos realidades completamente distintas.

Dolor y Gloria, Campeones, As Bestas o El Buen Patrón son grandes éxitos de crítica y de público, además de ser historias originales con un enorme peso en la taquilla de los cines y en la cultura del país… Sí Almodóvar, tú también.

Recordad que bien o mal hecho, he tomado los datos globales de las ganadoras y la facturación en año natural de las más taquilleras (Nacional y general, en este caso).

Llamadme loco pero ¿No merecería Santiago Segura un mayor reconocimiento por parte de la industria después de producir estos últimos cuatro años la película nacional más taquillera?

En el tema de las audiencias también vamos algo mejor, pero con margen de mejora.

Gráfico publicado por El País

¿Dónde están las historias originales?

Queda claro que las historias originales son las que levantan los premios, pero el fenómeno de las plataformas y su gran «bolsillo» han conseguido reclutar para la causa a los más reputados creadores del panorama audiovisual. Han volado con «cheques en blanco» en la mano para rodar obras que en muchos casos no se habían podido financiar hasta ese momento.

Mientras para las salas de cine ha sido mucho más fácil explotar sus virtudes técnicas como reclamo (no es una crítica, han de invertir cuanto más, mejor) para unos blockbusters que sí que llegaban a la gran pantalla.

¿Se han de sentir culpables las salas de cine por poder mantener la linea de flotación gracias a un cine «no tan existencialista» pero comercialmente efectivo? Rotundamente no.

¿Nos tenemos que conformar con la promoción que se le está dando a nuestro cine más cultural tanto dentro como fuera del país? Otro rotundo NO.

El mundo de la cultura y el del entretenimiento no pueden vivir tan alejados o al final nos convertiremos en los Elois y en los Morlocks de los que nos hablaba H. G. Wells. Una misma especie, pero que la evolución ha mutado hasta convertirlos en seres completamente diferentes.

¿Estos premios ya no importan?

Sí que importan, no seamos simples. Desde el anuncio definitivo de los nominados este ha tenido un efecto promocional tanto en la taquilla como en las plataformas, que ha favorecido la vida comercial de estas películas. Muchos cines volverán a reponer a la ganadora “Todo en todas partes al mismo tiempo”.

No nos engañemos, el problema del cine en salas es exactamente el mismo que tiene el mundo audiovisual en general: el uso principalmente lúdico de este medio.

¿Qué tipo de contenidos son los que acaparan las mayores audiencias en la TV lineal o VOD? Según el estudio de Barlovento Comunicacion así se reparten las más de 5 horas de consumo diario audiovisual de los ciudadanos ¿Qué fracción de ese tiempo se dedica a contenidos premiados en alguno de los cientos de festivales de cine que se celebran cada año?

Consumo audiovisual según Barlovento Comunicación

En otras palabras, que pasen muchas cosas en la pantalla y no tener que pensar demasiado, que ya tengo muchos problemas.

Esta es nuestra realidad, sencillamente no carguen toda la culpa de esto a unos premios Oscar. Este desdoblamiento entre películas comerciales y culturales podría arruinar definitivamente el negocio. Yo no sé cómo deberíamos darle la vuelta a esta tortilla, pero lo que tengo muy claro es que no lo vamos a conseguir desaprovechando grandes historias originales servidas como buffet para el consumo frenético en la TV, ni estrenándose en la gran pantalla con una promoción desastrosa.

Puede que a mucha gente le dé igual, pero a mí no. A mi me importan los Oscars.

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