Según palabras del director, Haroldo Borges, la película que conquistó el Festival de Cine de Mar del Plata trata de representar la ceguera de la población de Brasil durante la etapa de Bolsonaro.
La representante brasileña en esta edición del Festival de Málaga, producida por Plano 3 Filmes, narra la dura historia de un adolescente que, aquejado de una enfermedad ocular degenerativa, deberá subsistir en un pequeño pueblo del interior de Brasil.
Una premisa que, según ha confirmado su propio director, sirve para representar de manera alegórica la ceguera que sufrió la población brasileña durante la etapa de gobierno de Jair Bolsonaro. “Salimos de un momento muy duro en Brasil, es un momento propicio para contar esta historia. Yo mismo tenía familiares y amigos defendiendo a un gobierno fascista”, explica Borges.
La película está filmada con un tono muy cercano al documental, ya que su origen está precisamente en el rodaje de un documental sobre un niño con problemas de visión. El caso les pareció lo suficientemente inspirador e interesante como para “representar perfectamente la metáfora de lo que en Brasil se estaba viviendo”.
Para conseguir ese tono tan próximo a la realidad, tanto Borges como parte de su entorno creativo se desplazaron a una pequeña región de Brasil de apenas 300 habitantes, para convivir entre sus gentes y alcanzar así ese grado de naturalidad que exigía la película. De hecho, los jóvenes que la protagonizan no son actores profesionales, sino estudiantes de escuelas públicas de la zona.
Así, la cinta desprende una atmósfera de naturalidad notable, apoyada por un rodaje realizado en orden cronológico en el que se ponen de manifiesto la observación y la discreción con la que trabajó el equipo. “Nos gusta ese sigilo del documental, dejar a los participantes hablar con sus acentos, traer sus vivencias… así se consigue la naturalidad”, concluye su director.
