La coproducción de la chilena Don Quijote Films, junto a empresas de México, Luxemburgo, Francia y Polonia, sedujo al jurado y público del último Festival de Huelva.
El pasado viernes dimos a conocer el palmarés de la 48ª edición del Festival de Huelva de Cine. Ahora comenzamos a detenernos en las producciones o coproducciones iberoamericanas que tuvieron reconocimientos, empezando por Blanaquita, que se llevó el máximo premio del certamen, el Colón de Oro. La cinta dirigida por Fernando Guzzoni es “un estremecedor relato cinematográfico que desde una narrativa orgánica y poderosa denuncia, cuestiona y señala, en una historia que atrapa a sus espectadores con la contundencia de su fuerza autoral”, tal y como destacó el jurado, integrado por la productora dominicana Desiree Reyes, la actriz María Esteve y el periodista Sergio Correa.
Se trata de una coproducción de la productora chilena Don Quijote Films, junto a Varios Lobos (México), Tarantula (Luxemburgo), Bonne Pioche Cinema (Francia) y Mandants (Polonia), que relata una experiencia intensa y sobrecogedora que ya pasó por sección Horizontes del Festival de Venecia 2022 y que se inspira en el caso Spiniak, un proceso judicial por estupro, prostitución infantil y producción de material pornográfico, iniciado durante 2003 en Chile.
La película nos habla de Blanca, una chica de 18 años que vive junto a su pequeña hija en un hogar de menores dirigido por el Cura Manuel (50), quien lleva más de 30 años al servicio de jóvenes en riesgo social. Un escándalo sexual donde aparentemente se ven envueltos empresarios y políticos, pondrá a Blanca y Manuel en el ojo de la prensa y la opinión pública, convirtiendo a Blanca en una mártir feminista y en el testigo clave del caso. Blanca es vista como heroína por algunos y villana por otros, en un caso que remueve los cimientos más profundos de la sociedad.
