Los exhibidores necesitan urgentemente un incremento de ayuda pública, especialmente en promoción

26 septiembre, 2022

Las salas de cine se están recuperando muy lentamente. Son el sector audiovisual que más ha sufrido las consecuencias de la pandemia de COVID y, sin embargo,  han recibido una ayuda relativamente pequeña y desigual por parte del Estado. Su supervivencia está en juego y ya estamos llegando tarde para ofrecer el bote salvavidas. De hecho, según un reciente estudio de la empresa Iberinform, un 28% de las empresas de exhibición en España están en riesgo de impago.

La situación de las salas de cine sigue siendo alarmante. A pesar de las buenas noticias que, a cuentagotas, nos dan ciertos taquillazos, a la exhibición le está costando mucho superar los efectos de la crisis de la COVID-19. Es el momento más crítico de la historia para las salas y, sin embargo, el apoyo que han recibido es muy pequeño en comparación con las pérdidas ocasionadas por los cierres forzosos impuestos desde todos los gobiernos españoles. Antes que lamentarse por el cierre de salas, es necesario pasar a la acción.

Las políticas institucionales, impulsadas por los fondos europeos que vehicula el Hub Audiovisual, están centradas principalmente en digitalización y en el aumento de la producción, especialmente para atraer rodajes extranjeros.

¿Pero qué sentido tiene todo esto si no se sanea toda la cadena de valor del audiovisual? ¿Es sensato querer que haya más producciones para que no tengan espacios de proyección en los que puedan disfrutarse? Parece como si alguien hubiese decidido que España va a ser el único país europeo donde solo se puedan ver las grandes películas en la televisión de pago.

En otros países europeos sí que se están tomando acciones para salvar a la exhibición. Hace poco comentamos que las salas de cine FECE reclamaban una ventana de exclusividad de 100 días, siguiendo no solamente el ejemplo perenne de Francia sino una nueva medida adoptada por Italia.

Además de las ayudas directas que deberían estar dirigiéndose al sector de la exhibición y de una política institucional que proteja los templos del cine gracias a la correcta organización de la estructura de las ventanas de explotación, la clave es la PROMOCIÓN. Desde Cine&Tele siempre hemos abogado por esta idea porque, en última instancia, en un mundo en el que estamos invadidos por la publicidad, el éxito de cualquier producto depende de su inversión en promoción.

Es necesaria una enorme y continua campaña promovida desde las instituciones públicas y desde las cadenas públicas y privadas de TV para que los espectadores vuelvan en masa a los cines, para que las salas recuperen su liderazgo como primera opción de ocio para los ciudadanos.

El 28% de los cines se encuentra en riesgo de impago 

Estas necesidades urgentes no son fruto de especulaciones, sino que están basadas en los datos reales y actuales del sector.

Iberinform, empresa especializada en información de marketing, análisis financiero y riesgos comerciales, acaba de dar a conocer que un 28% de las empresas de exhibición cinematográfica se encuentra en niveles elevados o máximos de riesgo de impago, frente al 61% que presenta valores bajos o mínimos.

Las fuentes del sector apuntan que los niveles de facturación de las salas de cine se encuentran un 40% por debajo respecto a los niveles prepandémicos.

De acuerdo con los datos de Insight View, el sector ha reforzado su capacidad financiera  ante la caída de facturación incrementando más de ocho puntos porcentuales su ratio de endeudamiento, hasta el 44%, reduciendo además el peso de la deuda a corto plazo sobre el total de la deuda para mejorar su calidad. En ese contexto, ha logrado contener el deterioro de ratios importantes, como son los de solvencia (2,3), liquidez (1,2) y tesorería (1,2). 

El peor comportamiento financiero se registra entre los cines fundados en la última década. El alto riesgo de impago afecta al 38% de las empresas exhibidoras en este segmento. Entre aquellas firmas entre los 10 y los 25 años este ratio se sitúa en el 26% y cae hasta el 24%, entre aquellas con más de 25 años de antigüedad. 

La presencia de grandes y medianas empresas en España supone un 7% del sector y solamente un 55% del tejido empresarial está formado por microempresas. Según las cifras de Insight View, Madrid (17%) y Barcelona (13%) son las provincias con más empresas exhibidoras, seguidas de Girona (7%), Valencia (5%), Sevilla (5%) y Alicante (4%).

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