La Casa de América ha acogido hoy lunes la presentación de la segunda edición del Anuario del Cine Iberoamericano, un informe elaborado por Barlovento Comunicación y MRC en el que se realiza una exhaustiva radiografía sobre la industria del Cine Iberoamericano durante el 2016 y en el que se analizan 900 películas de 22 países. Las cifras inciden en la urgente necesidad de fortalecer, en cooperación desde ambos lados del Atlántico, el reto de la exhibición y la distribución.
Cine&Tele ha acudido hoy a la presentación de la segunda edición del Anuario del Cine Iberoamericano, que analiza los datos de 2016 a través de un estudio riguroso de un total de 22 países, 900 películas y 102,6 millones de espectadores.
Es un informe elaborado por Barlovento Comunicación y Media Research & Consultancy (MRC), que ha contado con el apoyo de la Fundación Euroamérica y la Fundación Ortega-Marañón, así como la colaboración de Casa de América.
El anuario se fija en los hábitos del público, situación de la producción y la distribución, un ranking con las películas más vistas (también incluye directores, actrices y actores) y un apartado con las tendencias del séptimo arte en español.
Fernando Labrada, presidente de MRC, se encargó de presentar el estudio y dar paso a los distintos conferenciantes. En su opinión, el anuario «es un esfuerzo en el que late la idea de favorecer el mercado de cine en español y portugués»
Este informe, que en esta edición se ha mejorado en exhaustividad al aumentar la masa de datos, «es un elemento necesario pero no el único», apuntó Labrada, en referencia a otras iniciativas como Ibermedia o los Premios Platino.

Labrada comentó que el informe identifica unas constantes y unas necesidades: «El auténtico fin es que pensemos y busquemos soluciones, que sea un elemento de cooperación para fortalecer el cine iberoamericano»
Entre los temas que destacó en su alocución estuvieron el hecho de que el drama y el documental representaron más de dos tercios de la producción total de cine iberoamericano, que el 26% de las películas de 2016 fueron óperas primas, que la relación entre la falta de promoción y el escaso presupuesto del cine iberoamericano es determinante, o que más de 15 países tienen un nivel bajo de coproducciones.
Algunas cifras del Anuario del Cine Iberoamericano
El conjunto de los 22 países analizados estrenaron en 2016 un total de 900 obras de producción propia en salas, de las que 208 (23,11%) se estrenaron en Argentina, 188 (20,88%) lo hicieron en en España, y 170 (18,88%) en Brasil.
El Drama, con 322 títulos, domina el ranking de los géneros estrenados en 2016, con un 35,77% del total estrenado. Le siguen el Documental con 312 títulos, 34,66% del total estrenado y, a cierta distancia, la Comedia con 148, el 16,44% del cine iberoamericano estrenado en salas de la región.

Los 900 títulos considerados fueron vistos por un total de 102.6 millones de espectadores, siendo los líderes Brasil con 33,62 millones, México con 31,27 millones, y España con 16,46 millones de espectadores.
La cuota de mercado del cine propio estrenado está encabezada por R. Dominicana con el 26%, seguido por Brasil con el 18,17%, España con el 17%, Argentina con el 14,27% y Perú con el 11,11%. El resto de los países no superaron con su cine el 10% de la cuota de mercado y 10 de ellos no alcanzaron el 3%.
Los títulos iberoamericanos de mayor recaudación en 2016 fueron la película brasileña Os Dez Mandamentos – O Filme de Alexandre Avancini, con 11,35 millones de espectadores; la también brasileña Minha mãe é uma peça 2 de César Rodrígues, con 8,18 millones de espectadores; la mexicana Qué culpa tiene el niño de Gustavo Loza, con 5,98 millones; otro filme mexicano, No manches Frida del español Nacho G. Velilla, con 5,20 millones, y en quinto lugar, la española Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona, con 4.61 millones de espectadores.

El total de estrenos extranjeros en Iberoamérica ascendió a 4.515, en comparación con los 900 estrenos de producción propia. Sin embargo, los extranjeros se distribuyeron, en gran parte, en la mayoría de los países del área iberoamericana, mientras que los segundos, mayoritariamente, fueron estrenados exclusivamente en sus países de origen.
La recaudación total del cine en Iberoamérica representa el 8,89% del box office total mundial, con 3.430 millones de dólares americanos. Sin embargo, el cine iberoamericano sólo alcanza el 0,92% del total, con 355 millones.
Análisis del anuario en la presentación
Fernando Labrada dio paso, en la presentación del informe, a Ángel Durández, productor cinematográfico y vicepresidente de la Fundación Euroamérica. En su intervención subrayó la importancia de «potenciar la industria» especialmente a través del marketing y la distribución
«Lamento mucho lo mal que viajan las películas iberoamericanas fuera de sus países», dijo Durández, que hizo referencia a que, a mediados del siglo XX, se hizo una adaptación del star system con figuras iberoamericanas populares pero esto «se perdió y no se ha recuperado».
Además, hay una carencia de una distribuidora panamericana. «El consumo interno es la base de las industrias», advirtió, y también recalcó que el alto porcentaje de óperas primas puede indicar que «hay demasiadas startups en el mundo del cine que luego se quedan en nada».
Fernando R. Lafuente, director del Centro de Español de la Fundación Ortega-Marañón, señaló que a veces es contraproducente la tendencia a hablar de las identidades: «El problema no es que falten nacionalismos cinematográficos, sino una carencia de internacionalización del cine iberoamericano, que es muy distinto».

En su opinión, se deben romper las fronteras, como lo hizo la literatura iberoamericana, y también falta un reconocimiento de la cultura como creadora de los imaginarios sociales. «No hay una conciencia ciudadana de lo importante que fue el cine en la configuración de las sociedades del siglo XX», expresó.
El director de la Fundación Ortega-Marañón cree que «la clave está en la industria y la única manera de fortalecerla es en cooperación». Puso como ejemplo el caso de la película El coronel no tiene quien le escriba, que adaptó una obra de un escritor colombiano como Gabriel García Márquez, fue dirigida por un director mexicano como Arturo Ripstein, e interpretada por la española Marisa Paredes y el argentino Federico Luppi.
La siguiente persona en participar en el debate fue Ricardo Vaca Berdayes, presidente de Barlovento Comunicación. Al inicio de su discurso aludió al hecho de que es relevante valorar las obras atendiendo a tres criterios: su importancia en cuanto a permanencia en el tiempo, su impacto en los individuos y la sociedad, y su influencia o su capacidad para erigirse en modelo a seguir.
«Cuando la tecnología cambia, el arte también cambia», manifestó Vaca, añadiendo que «sin la TV, el cine se quedaría prácticamente como arte y ensayo».
El responsable de Barlovento declaró que «sin el público, no hacemos nada» y que «quien gobierna es la audiencia». En ese sentido, valoró que sería necesario un incremento en la producción de cine de género para conectar con el público, por ejemplo con cine de aventuras.

Enrique Vargas, coordinador del Espacio Cultural Iberoamericano SEGIB, fue el último en hablar en la mesa redonda. Quiso agradecer a MRC y Barlovento porque «el anuario contribuye mucho al debate y al estudio» y ofrece «rigor en el análisis de las tendencias y los comportamientos», de forma que «permite la fiel toma de decisiones».
«Creo que Iberoamérica ha madurado muchísimo en el ámbito audiovisual y hay que compartir experiencias», indicó. Vargas opta por reivindicar nuestro propio modelo de diversidad cultural: «Como Iberoamérica, tenemos un modelo que mostrar frente al que tiene más fuerza, que es el de Estados Unidos».
Ha habido grandes avances importantes en red de salas, películas producidas y estímulos fiscales, y el representante de SEGIB admitió que «el principal reto es el de exhibición y la distribución». En ese sentido, consideró que «la irrupción de lo digital abre oportunidades», por lo que «hay que reflexionar sobre las nuevas formas de consumo» para que programas como Ibermedia redirijan sus esfuerzos.
Labrada apostilló que la intención es que el anuario siga sumando más ediciones y afirmó que uno de los objetivos de futuro será ocuparse de los retos de lo digital a los que se refería Enrique Vargas, si bien reconoció que hay datos que «son muy opacos» en las nuevas formas y plataformas de consumo.
Para adquirir el Anuario del Cine Iberoamericano (ACI 16) en su versión digital y/o impresa hay que dirigirse a Librería Fragua, teléfono (+ 34) 91 549 18 06, dirección web http://www.fragua.es y correo electrónico pedidos@fragua.es.