Tras su paso por BBC One, llega a España de la mano de Luk Internacional ‘The Secret Agent’

30 agosto, 2016

El canal británico ha emitido este verano el thriller psicológico basado en la novela del mismo título de Joseph Conrad. En su primer día de emisión acaparó, en prime time, la atención del 21,75 por ciento de los espectadores. La miniserie está dirigida por el premiado director Charles McDougall, responsable de Mujeres desesperadas, House of Cards, The Good Wife, Los Tudor o The Office.

BBC One ha estrenado este verano The Secret Agent, miniserie basada en la novela del mismo título publicada por Joseph Conrad a principios del siglo XX. En su primer día, la revisión de este clásico de espías y terroristas atrajo la atención del 21,75 por ciento de los espectadores del prime time británico. La obra, producida por Content Media y distribuida en España por Luk Internacional, no fundamenta su éxito solo en el misterio, la acción trepidante o el sentido del humor ácido del original. Hay más razones para ver The Secret Agent:

The-Secret-Agent

Una verdad incómoda

El guión de Tony Marchant parte de la novela de Joseph Conrad, pero prescinde de las técnicas narrativas del original, con sus saltos cronológicos y su tono humorístico, para ponernos frente a una verdad incómoda en pleno 2016. En televisión, el relato se convierte en un thriller psicológico que retrata en profundidad las motivaciones de un agente doble convertido en terrorista y las consecuencias de sus actos en su entorno familiar. En The Secret Agent hay espías, suicidas, ataques de falsa bandera, células terroristas y conspiraciones gubernamentales, los mismos ingredientes que vemos en las portadas de los medios de comunicación más de un siglo después. No hay que esperar mero entretenimiento en la aproximación de Marchant al clásico de Conrad, tampoco se trata de una serie de acción, hay que prepararse para el enfrentamiento con una verdad incómoda.

Guión y dirección

El premiado dramaturgo Tony Marchant estaba releyendo la novela de Conrad cuando recibió el encargo de adaptar para televisión The Secret Agent. Desde el principio le atrajo el punto de vista de Winnie Verloc, un personaje optimista atrapado sin querer en medio de una trama terrorista. Los evidentes paralelismos entre la narración original y la actualidad le animaron a meterse en el proyecto.

El guión de Marchant se convierte en imágenes gracias a Charles McDougall, una garantía en la televisión actual tras colocarse detrás de las cámaras en Mujeres desesperadas, House of Cards, The Good Wife, Los Tudor o The Office.

El reparto

The Secret Agent cuenta con el indudable atractivo de una nómina de actores impecable. El veterano Toby Jones (Los juegos del hambre, Capitán América, Wayward Pines, etc.), recién nombrado próximo villano en Sherlock, se mete en la piel de Mr. Verloc, propietario de un sex shop, miembro de una célula anarquista, confidente de la policía británica y, en realidad, agente a sueldo del gobierno ruso.

Las consecuencias familiares de la violencia terrorista se reflejan en la cara de Vicky McClure, la actriz británica del momento gracias a Line of Duty y This is England. Ella interpreta a Winnie Verloc, esposa del protagonista y, probablemente, el único personaje inocente de toda la trama.

Stephen Graham (Boardwalk Empire, Snatch: cerdos y diamantes, Gangs of New York, etc.) encarna al inspector Heat, encargado de destapar la trama terrorista, y es Ian Hart (The Bridge, Agents of S.H.I.E.L.D., Harry Potter, etc.) quien se convierte en el Profesor, un químico capaz de, entre otras cosas, fabricar explosivos.

El trasfondo histórico

A finales del siglo XIX los relojes empezaban a sincronizarse. Hasta entonces, prácticamente cada ciudad tenía su propio horario adaptado al ciclo solar, pero la revolución industrial y, en concreto, el desarrollo del transporte ferroviario, hicieron necesaria la fijación de una referencia común, si no, entre otras cosas, no había modo de entender los horarios de los trenes, que no cuadraban siempre con la hora de entrada a las fábricas. Se eligió el meridiano de Greenwich, con lo que el reloj del observatorio situado allí empezó a dictar las rutinas de medio mundo convirtiéndose de paso en un objetivo más que plausible para un atentado terrorista.

La Rusia zarista empezaba a tener miedo al cambio traído por la revolución industrial, el auge de los movimientos obreros, especialmente en Gran Bretaña, era un peligro para una potencia anclada en el antiguo régimen. Estos elementos le dan consistencia a la historia relatada en The Secret Agent, donde el gobierno ruso utiliza a un agente doble para atentar contra el observatorio de Greenwich mediante un ataque de falsa bandera. El objetivo: culpar de la explosión a los movimientos anarquistas  poniéndoles en el punto de mira del gobierno británico.

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