Por Antonio Carballo
En 2006 (últimos datos disponibles), la Comunidad de Madrid dedicó 1,5 millones de euros a la promoción del cine y el audiovisual. Dentro de este raquítico presupuesto (Cataluña dedicó ese mismo año más de 17 millones de euros, Andalucía cerca de 6 millones de euros y Galicia 4,3 millones de euros) solo se realizan pequeñas acciones en el ámbito de la formación a través de la Escuela Oficial de Cine de la Comunidad de Madrid (ECAM); de la promoción, a través de la Madrid Film Commission; de la producción, con subvenciones sólo a cortometrajes; de la exportación, a través de Promomadrid, y de la participación ciudadana con la celebración de tres o cuatro festivales (Documenta Madrid, Alcalá de Henares, Animadrid…) y la iniciativa ‘Mayores de Cine’. Como escribimos sin guía oficial puede que se nos escape alguna que otra actuación, en cualquier caso, con mínimo esfuerzo presupuestario como todas las anteriores.
La promoción del audiovisual, asignatura pendiente de la Comunidad de Madrid
Por Antonio Carballo.
Como se puede apreciar, ninguna acción de cara al posicionamiento de la región en el ámbito de las nuevas tecnologías, del I+D+i que se supone que nos va a sacar de la crisis. Ninguna inversión en la digitalización de las salas de cine, en producción de animación, de videojuegos, de contenidos HD, estereoscópicos, interactivos… Las palabras clave para los negocios del futuro no aparecen en los planes de la Comunidad de Madrid. Dentro de este cuadro de actuaciones ‘bajo mínimos’, la celebración de los Spanish Screenings, pomposamente bautizados para el vulgo como ‘Madrid de Cine’, viene a ser como una demostración de quiero pero no puedo o mejor, puedo pero no quiero, de la política audiovisual de la Comunidad de Madrid. Por la forma en que se organizan, tan hermética, austera y sin publicidad, estos Screenings están condenados a no figurar nunca en el calendario de los grandes eventos internacionales. Por las fechas en que se realizan, son inoportunos y su resultado práctico no podrá ser rentable para los vendedores españoles, pues los compradores internacionales acaban de salir (sólo una semana antes) del gran Marché International du Film de Cannes, donde han tenido la oportunidad de visionar 2.000 nuevos films procedentes de todo el mundo, España incluida.
Más parece que su celebración responde a un criterio de oportunismo político, algo así como la demostración de que ‘aquí se hace algo por el cine’. Por supuesto, con los beneplácitos de la Federación de Productores, EGEDA, Madrid Film Commission, ICEX e ICAA.
Mientras tanto la televisión pública de la Comunidad de Madrid lleva ya cinco años sin programar apenas películas españolas en sus espacios cinematográficos y, poco a poco, la producción de cine, que siempre tuvo en Madrid su capital, se va desplazando a otras regiones donde recibe más atenciones y facilidades como Barcelona, Sevilla, Santiago de Compostela e incluso Oviedo. Lo dicho: la promoción del audiovisual es una gran asignatura pendiente en la región de Madrid.
