Desde el 27 de febrero Sagrera Audiovisual deja la gestión artística del Cine Maldá de Barcelona, que se había convertido en el MAF, en una de las escasas vías con las que se pueden defender las salas de pantalla única dentro de la ciudad.
El Maldá, ubicado en el corazón de Barcelona, fue una sala de repertorio de los setenta y ochenta. Tras su cierre y modernización, reabrió sus puertas especializándose en Cine de Bollywood, y finalmente, en una sala de reestreno.
Durante los seis últimos meses, durante los que Sagrera se responsabilizó de la programación y promoción, la sala se había convertido en un punto de encuentro de los amantes del cine independiente en el que se ofrecía a los espectadores películas, que en la mayoría de los casos, no llegan a las salas de cine. El Maldá Arts Forum ha apoyado el cine catalán, ha realizado retrospectivas y ha dado la oportunidad de ver películas que habían pasado rápidamente por otras salas, así como un marco en donde celebrar festivales, como ‘Curt Ficcions’. |
El proyecto se ha visto interrumpido cuando iban a llegar las obras de cineastas como Manoel de Oliveira o, el desconocido en nuestro país, Lisandro Alonso. El motivo de la salida hay que buscarlo en las diferencias entre la empresa propietaria del cine y los responsables de la gestión artística y comercial. Para Sagrera Audiovisual una sala de estas características tiene que respetar al máximo a los espectadores, productores y distribuidores, a la vez que les agradece la colaboración y ayuda prestada.