Coincidiendo con el desarrollo de la nueva Ley del Cine, la Federación de Distribuidores Cinematográficos (Fedicine) ha hecho pública una nota en la que realiza un análisis de la situación actual en el marco previo a la redacción definitiva de la nueva ley. De cara a su desarrollo, Fedicine pide al Ministerio de Cultura que permita el libre juego de las relaciones comerciales entendiendo que la llegada de las nuevas tecnologías, la piratería o la globalización están cambiado las condiciones de mercado para todos: productores, distribuidores y exhibidores. De esta forma se aprovecharía esta oportunidad para elaborar un texto que refleje la nueva realidad de la industria y defienda de forma equilibrada los intereses de todos los agentes implicados.
Desde Fedicine se entiende que ‘las reglas de juego están cambiando para todos y que hay que dar un tiempo para que el propio mercado haga sus ajustes’. Consideran, por ello, que no se puede beneficiar a una de las partes, la exhibición, en detrimento del resto de actores implicados. Por eso, Fedicine no entiende que en el articulado se incluya un catálogo de conductas prohibidas.
También habla de ‘condiciones discriminatorias o desproporcionadas’ respecto a la media europea, cuando no existe a día de hoy un índice de precios fiable y transparente que pueda servir de referencia. En la Federación también se discrepa respecto a los criterios utilizados para determinar si un distribuidor y un exhibidor son independientes, señalando la paradoja a la que se puede llegar: que alguno de los principales circuitos de exhibición fueran considerados independientes y, por tanto, objeto de una protección especial. Se aplaude, en cambio, su apoyo a las nuevas tecnologías, el cine europeo y los cortometrajes.
