Los operadores locales de telecomunicaciones comercializarán electricidad con la marca Cableluz

15 junio, 2018

La nueva marca es fruto de la alianza entre la Asociación Nacional de Operadores Locales de Telecomunicaciones (AOTEC) y la comercializadora ODF Energía.  Los operadores locales de telecomunicaciones comenzarán a comercializar electricidad procedente al 100% de fuentes renovables y gas a través de una marca propia, Cableluz,  incorporando así un nuevo servicio a su oferta habitual de cuádruple play, internet, telefonía móvil y fija y contenidos televisivos.

Antonio García Vidal y Sergio Palmero.

“El nivel de satisfacción de nuestros usuarios es muy superior al de nuestros competidores, y en una tendencia a la paquetización de servicios no queremos, ni debemos, encasillarnos  en vender sólo teleco, sino ofrecer todos aquellos servicios que necesitan nuestros clientes, de ahí la apuesta, esta vez, por la energía”, asegura el presidente de AOTEC, Antonio García Vidal.

Así, los operadores amplían el abanico de productos que ofrecen a sus clientes, a los que proporcionarán dos servicios esenciales, la luz y las comunicaciones, contando para ello como partner con una compañía experta en energía.

Esta estrategia permite convertirse cada vez más en proveedores de servicios, facilitando el acceso a los mismos a través de un interlocutor único y de confianza.

El objetivo del operador local es actuar, según comentan, con “los mismos principios que aplicamos día a día en las telecomunicaciones: la claridad, la transparencia, un servicio cercano y un trato directo y  personalizado”. García Vidal explica que sus clientes “están acostumbrados a la seriedad» y al esfuerzo por darles «el mejor servicio posible a precios competitivos».

En la actualidad los operadores cuentan con una  posición consolidada en hogares y empresas de pequeñas y medianas poblaciones, donde algunas de estas compañías llevan 30 años y alcanzan hasta el 90% de presencia.

Los operadores están acostumbrados a incorporar servicios diferentes , como ocurrió con los contenidos televisivos, que se han consolidado como un elemento imprescindible en su oferta, y más tarde incorporaron la telefonía e Internet. En la actualidad muchos han sumado servicios de seguridad para viviendas y establecimientos.

ODF Energía tiene una trayectoria en el sector eléctrico de 14 años y en 2017 alcanzó un nivel de facturación de 64 millones de euros. La compañía, especializada en proveer de electricidad a grandes empresas y en sistemas de ahorro energético, opera en la actualidad en España y Portugal.

“La comercialización y la distribución son cosas separadas en este país y nosotros podemos ofrecer tarifas que supongan un ahorro al consumidor final, tanto pymes como residencial”, asegura el consejero delegado de la compañía comercializadora, Sergio Palmero.

 

Energía ‘verde’ al 100%

Cableluz permitirá contratar un energía ‘verde’ con ‘garantía de origen’, ya que ODF cuenta con una certificación de la CNMC de que la producción de luz que comercializa procede de plantas de energía renovable –fotovoltaica, termosolares o eólicas—.

La nueva marca ofrece ahorros en la factura de la luz brindando al cliente la posibilidad de contratar distintas tarifas de electricidad y gas natural, en función de sus necesidades, a partir de un estudio personalizado. Asimismo, sus contratos no tienen permanencia.

El proceso de cambio ofrece la cercanía del operador local y su capacidad de reacción por una parte, y por otra  un servicio de atención telefónica situado dentro de ODF. Además, los clientes podrán acceder a su información a través del área de clientes de la web.

Palmero señala que, con el paso de las tarifas reguladas al mercado libre, el consumidor ha visto subir sus gastos, por lo que ahora puede volver a recortarlos.

ODF Energía es una de las 76 comercializadoras de electricidad existentes en España que sólo vende energía eléctrica de fuentes renovables. La venta de electricidad y gas a clientes finales está liberalizada desde el 1 de enero de 2003. Un proceso que culminó en 2009 y que separa la labor de las empresas distribuidoras de las comercializadoras, es decir, de las redes de transporte de la energía frente a quien vende la misma al consumidor final.

 

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