El Cine Español al ministro: “¡Resistiré!”

16 febrero, 2015

La 29ª Gala de los Goya comenzó fuerte: el Cine Español en pleno, incluidas las 2.000 personas que llenaban el Centro de Congresos Príncipe Felipe puestos en pie, gritaron al ministro de Educación, Cultura y Deporte “!Resistiré!”. Un claro mensaje de que, dentro de un año, en la próxima Gala, ese ministro y el gobierno al que representa ya no estarán, pero el Cine Español continuará existiendo. Los cuatro años de gobierno absolutista del Partido Popular serán entonces solo un mal recuerdo.

“Ese maldito IVA” comenzaba diciendo el Presidente de la Academia en su discurso institucional. “Ese maldito IVA y todos los demás problemas que vengo denunciando aquí desde hace tres años y que no voy a enumerar otra vez por no pecar de reiterativo, todos esos problemas siguen ahí …”

En las palabras de Enrique González-Macho se dejaba traslucir claramente un sentimiento de cansancio. Es el agotamiento y el hastío producidos por las más de 50 reuniones que los representantes del Cine Español han mantenido a lo largo de estos últimos tres añoscon todos los altos cargos del Gobierno relacionados con las Industrias Culturales, sin haber logrado ninguno de los objetivos marcados. Aún peor: sin haber podido frenar el progresivo empeoramiento del trato que el Ejecutivo está dando a la Industria. 

Hubo, a lo largo de la Gala, otras tres intervenciones que queremos destacar aquí, dentro de nuestra ya conocida línea editorial. Una de ellas se oyó en la entrega del Goya a la mejor Dirección de Producción a la película El Niño: “Con lo que cuesta rodar una persecución de coches en una película USA, aquí tenemos que hacer una película entera”.

Otra en boca de Cayetana Guillén en la entrega del Goya a la mejor Película Iberoamericana: “En 2014 España solo realizó ocho coproducciones con países iberoamericanos; hace unos años, esta cifra llegó a situarse por encima de las 50”.

Pero el cañonazo de la noche lo lanzó Pedro Almodóvarcuando subió al escenario para entregar el Goya de Honor a Antonio Banderas y, después de saludar a todos los presentes en el auditorio como amigos y representantes del mundo del Cine y la Cultura, añadió: “Señor Wert, usted no está incluido en lo anterior”.

Destacable, y aprovechamos para dar la enhorabuena a Antonio Banderas, no sólo por su Goya de Honor, sino por su espléndido y positivo discurso, con sentimiento patriótico incluido, algo que ha aprendido en Estados Unidos y que en nuestro país parece no estar de moda …

Volviendo al discurso del Presidente de la Academia, éste destacó que en la sala se encontraban losembajadores de Estados Unidos, Francia, Argentina y República Dominicana. A dos de ellos (los de USA y Francia) les felicitó porque sus respectivas cinematografías han conseguido unos niveles de estabilidad y de presencia global que las sitúan a la cabeza del ranking mundial; al de Argentina le deseóque Relatos salvajes obtenga dentro de unos días elOscar a la mejor Película en lengua no inglesa y al de la República Dominicana le expresó su admiración por haber conseguido en un tiempo realmente corto lanzar la cinematografía de su país a nivel internacionalgracias a una nueva y avanzada legislación fiscal en esa materia.  

Para Enrique González-Macho estos cuatro países, tan distintos entre sí, triunfan en la escena internacional porque sus respectivos gobiernos abordan el asunto de la creación audiovisual como un asunto de Estado(y no como éste, le faltó decir en nuestra opinión, donde el Gobierno parece interesado en presentarnos ante la opinión pública como un sector que solo existe para pedir subvenciones, cuando está demostrado que es al revés: la Industria aporta a las arcas públicas en forma de impuestos múltiples y abusivos mucho más de lo que recibe de ellas).

Para finalizar, el Presidente de la Academia tuvo palabras de agradecimiento para los operadores privados de televisión, Mediaset y Atresmedia, y también para el operador público TVE, porque “sin ellos sería prácticamente imposible hacer cine en España”.

En cuanto a los excelentes resultados del Cine Español en 2014, muchas fueron las referencias a este gran éxito a lo largo de la Gala. En su conjunto, constituyó un gran mensaje para la gran audiencia que el acto consiguió a través de la televisión -un  share del 24,7 por ciento con 3.839.000 personas, destacando que s 11.818.000 espectadores vieron en algún momento la gala animando a los espectadores a volver al cine y ver película españolas. Pero todos los que estamos detrás de las cámaras sabemos bien que sin Ocho apellidos vascos, el pasado año habría sido uno más de tantos, con una cuota de cine español muy similar a la obtenida en los años precedentes y muy lejos de la que obtiene el cine francés en su propio mercado, por poner el ejemplo al que nos hemos de remitir siempre en estos casos.

González-Macho dijo al principio de su discurso: “Los problemas siguen ahí”. En nuestra opinión, no solo siguen ahí, sino que van en aumento. Continúancerrándose cines, el IVA no baja y el coste de la energía eléctrica (un capítulo vital en la cuenta de explotación de una sala de cine) ha subido un 17 por ciento en los últimos 12 meses. Nadie hace nada para resolver la dura situación por la que atraviesan los exhibidores –y mucho menos para impulsar un circuito amplio de cines de arte y ensayo en España, tan necesario para poder ofrecer al público la gran cantidad de obras independientes que se producen cada año. Por cierto, el mismo sábado se celebraba en Berlín la reunión anual de la Confédération internationale des cinémas d’art et d’essai, CICAE, donde no hay ninguna representación española. Naturalmente, los cines” comerciales” que vayan quedando deberán asegurar su supervivencia programando cada vez más películas sin riesgo, es decir, aquéllas que cuenten con grandes campañas de promoción previa. Y esas películas no provienen ya solo de USA, sino de UK, Canadá, Australia, Francia… ¿Dónde estrenaremos las nuestras? Si la producción española continúa trabajando en proyectos de menos de un millón de euros, está claro que no van a encontrar sitio en este mercado. ¿Se quedará nuestra producción relegada a ser vista solo a través de la TV o de las plataformas de pago.

En fin: la situación no es fácil, pero la consigna es clara: Resistiremos.

Mientras tanto, la vida sigue. La Academia ofreció en la Gala una selección de las próximas películas españolas (iniciativa encomiable), y entre las más de treinta que ya están en rodaje, algunas apuntan buenas maneras. Es una gran noticia, teniendo en cuenta los tiempos que corren.

El cine español exclama ‘resistiré’ y encumbra a La Isla Mínima. Así fue la noche

Destacado triunfo de la gran favorita La Isla Mínima haciéndose con 10 galardones de los 17 a los que aspiraba. La noche del cine español duró más de lo esperado y dejó claro la postura de todo el sector en cuanto a las medidas del Gobierno en referencia al IVA cultural. Fue en el inicio de la gala donde se lanzó el primer mensaje con un «resistiré« que hizo levantarse a todo el auditorio. La lista de comentarios al gobierno no tardaron en llegar de manos de Dani Rovira, Pedro Almodóvar y, por supuesto, del presidente de la Academia de Cine, Enrique González-Macho, que clamó un «Ya va siendo hora que nos bajen el IVA».

Sábado, 7 de febrero de 2015. Centro de Congresos Príncipe Felipe, 22 horas por fin llegó el día y la hora del inicio de la fiesta por excelencia del cine español: La 29  edición de los Premios Goya.

Ana Belén y Eduardo Noriega seguidos de Lolita y Miguel Poveda, y Hugo Silva y Fran Perea comenzaron con el número musical que culminaría con la canción «Resistiré» interpretada por Dani Rovira y otros actores que llenaron el escenario para recalcar el claro grito de guerra del cine español, pese a todas las dificultades ellos resistirán. Y así fue, todos resistimos a una gala qué duró más de lo esperado y que estuvo demasiado llena de actuaciones musicales. En cualquier caso el presentador y nominado a Mejor Actor revelación, Dani Rovira, comenzó con un monólogo inicial con el que se ganó a todo el público con su humor y su carisma. El maestro de ceremonias no se olvidó de recordar los ingresos que el Estado había recibido gracias a los 123 millones recaudados por el cine español en el 2014, exactamente 26 millones por el IVA cultural  «Este año ha sido el cine el que ha ayudado a los orcos del… Qué digo orcos. No, orcos no. A las arcas del Estado. Bueno … a los dos».  Y de esta forma comenzaron a entregar los primeros premios de la noche.

Ida de Pawel Pawlikowsk fue la primera película en recibir un premio, el Goya a la Mejor Película europea fue para la cinta polaca. El segundo Goya ya fue para la gran triunfadora de la noche, La Isla Mínima, que abrió su cuenta con el premio a Mejor Diseño de vestuario. Y esto solo fue el comienzo para la película de Alberto Rodríguez.

Durante la alfombra rosa los productores de La Isla Mínima, Mercedes Gamero y José Antonio Felez, declaraban que «no se veían ganadores». Unas declaraciones muy lejos de la realidad, puesto que su película fue la ganadora indiscutible de la noche recogiendo 10 premios de los 17 a los que optaba. Las categorías técnicas en las que el thriller fue premiado fueron; montaje, dirección artística, fotografía y música original, además se hizo con los premios más destacados de la noche. Una emocionada Nerea Barros se llevó el premio a Mejor Actriz revelación, y Javier Gutiérrez ganaba a su compañero de reparto Raúl Arévalo y se hacía con el Goya a Mejor Actor protagonista. El artífice deLa Isla Mínima, Alberto Rodríguez recogió el Goya a Mejor Guión original junto a Rafael Cobos y volvió al escenario para recoger los dos premios más importantes de la noche, el de Mejor Director y el de Mejor Película, que fue entregado por nuestra actriz más internacional Penélope Cruz.

Pero aunque lo parezca no todos los premios fueron para la misma película, El Niño de Daniel Monzón se adjudicó los premios de mejores efectos especiales, mejor canción original  para «Niño sin miedo», y también se llevó el Goya al mejor sonido  y el de mejor dirección de producción, para Edmon Roch y Toni Novella.

Tras una primera tanda de premios llegó el discurso del presidente de la Academia de Cine Enrique González-Macho, en el que comenzó reivindicando la bajada del “maldito” IVA cultural, que el actual Gobierno situó en el 21%, delante del Ministro Wert. González-Macho continuó mostrándose optimista con los datos del cine español este año y dando gracias al público y a las televisiones privadas por seguir apoyando al nuestro cine. Aprovechando la asistencia de los embajadores de EEUU y Francia, habló de estas industrias y aprovechó para mandar otro mensaje al Gobierno, declarando sobre estos países desde dos modelos absolutamente distintos, se entiende el cine como una cuestión de estado”. Por último, el presidente se dirigió al futuro del cine español, a los cortometrajistas, y por supuesto a todos los profesionales de este mundillo animándolos en estos tiempos difíciles para el cine a seguir creyendo en lo que tenéis que creer, con el único vicio que se puede tener en esta profesión, que no es otro que el fracaso. Fracasar es no intentarlo. Os podéis caer tres, cuatro, cinco veces, pero lo importante es levantarse».

Y tras el discurso, los cortometrajistas recibieron sus respectivos premios, Giovanni Maccelli recibió el Goya al Mejor corto de animación para Juan y la nube, Mejor corto documental a Miguel López Beraza por Walls, y Café para llevar de Patricia Font se llevó el premio a Mejor Corto de ficción.

Como ya hemos comentado más arriba, otro momento especial de la noche fue el protagonizado por Antonio Banderas. El actor recibió de manos del gran Pedro Almodóvar su Goya de Honor al que acompañó con un emocionante discurso.

La noche continuó premiando a producciones más pequeñas como Musarañas, que se hizo con el Goya a Mejor maquillaje y peluquería, o 10.000 kilómetros, que recibió el premio a Mejor Director novel para Carlos Marques Marcet.

La película Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo acabó llevándose 2 premios Goya, Mejor Película de animación y Mejor guión adaptado. El mejor documental fue para Paco de Lucía: la búsqueda, y Relatos Salvajes, coproducida por El Deseo tampoco se fue de vacío llevándose el Goya a la Mejor Película iberoamericana.

Por otra parte la película española más taquillera de la historia, Ocho apellidos vascos, obtuvo su recompensa haciéndose con tres premios Goya en las categorías interpretativas. Karra Elejalde fue premiado como Mejor Actor de reparto, Carmen Machi recibió su primer Goya en la categoría de Mejor Actriz de reparto, y el presentador de la gala, Dani Rovira, se alzó con el Goya a Mejor Actor revelación.

La otra película española que más a dado que hablar tras su paso por el Festival de Cine de San Sebastián, Magical Girl, tuvo que conformarse con un solo premio. Bárbara Lennie recibió el Goya a Mejor Actriz por su gran actuación en la película de Carlos Vermut.

Las casi 4 horas de gala dieron para mucho además de para repartir premios, los sutiles y no tan sutiles mensajes al Gobierno como el de Pedro Almodóvar «Amigos de la cultura y del cine español, señor Wert, usted no está incluido en esto último«,  las apariciones y bromas de Dani Rovira, el soporífero número de Álex O’Dogherty, las canciones de más de Miguel Poveda, y un número al parecer humorístico entre dos andaluces, hicieron que el público quedara satisfecho tanto dentro del auditorio como fuera de él. Y es que la 29 edición de los Premios Goya ha sido una de las galas más vistas en los últimos años, alcanzando un 24,7 por ciento de share, la cifra más alta desde el 25,4 por ciento de Andreu Buenafuente en 2011. Una media de 3.880.000 espectadores siguieron el triunfo de La Isla Mínimaademás,  la XXIX edición de los Premios Goya se convirtió en el minuto más visto del día a las 23:49 horas, con 5.114.000 espectadores y un 29,4 por ciento de cuota de pantalla.

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